Latinoamérica invita a escuchar y morir en la Cuadrienal de Praga
Agencia de viajes Pragatá, las teatralidades del zapatismo y el asesinato de 20 diseñadores escénicos es lo que ofrecen Colombia, México y Chile en el marco de la 15 edición de la Cuadrienal de Praga, exposición internacional de escenografía y espacio teatral.
Nada más entrar en la sala de la Exposición de países y regiones, al lado derecho gritan los colores naranja y turquesa de la agencia de viajes Pragatá que lleva el nombre de una ciudad independiente autogestionada por artistas. Los interesados pueden registrarse a cuatro recorridos distintos que abarcan temas desde el amor, el bienestar, el entretenimiento y la espiritualidad y perderse por las calles de Praga escuchando los sonidos de la ciudad de Bogotá. Los detalles sobre el pabellón colombiano los adelantó la comisaria Susana Botero.
“Lo que nos interesa son los contrastes sonoros tan drásticos que hay en la ciudad de Praga. Bogotá es una ciudad muy caótica, muy carnavalesca en su día a día, hay demasiada acción, es una ciudad muy bulliciosa. El contraste con Praga fue lo que nos pareció muy interesante, que es una ciudad bastante silenciosa. Como estar viendo lugares muy calmados de una ciudad muy bella con un audio muy carnavalesco, diario, autóctono de Bogotá”.
Pioneras de la escenografía
Susana actualmente está radicada en la ciudad de Praga y estudia dirección en la Academia de Bellas Artes. Destaca que ella y sus compañeras del pabellón colombiano Manuela Valdiri y Laura Cuervo están en la Cuadrienal como artistas independientes. La cuestión es que Colombia no tiene y nunca ha tenido una participación oficial en el evento por falta de interés en la escenografía en su país, prosigue Manuela.
“Culturalmente es un país que le gustan mucho las estrellas, la fama. Lastimosamente, los artistas más famosos son los que reciben más beneficios. En Colombia no hay una carrera profesional en escenografía teatral. Hay unas carreras sobre escenografía comercial, vitrinismo, pero no existe la carrera ni existe la profesión”.
Susana, Manuela y Laura, por lo tanto, se plantearon el desafío de abrir el tema de la escenografía como carrera y profesión en su patria y con este fin van a recurrir a la Cuadrienal de Praga, explicando su importancia a las autoridades nacionales, cuenta Laura.
“La idea ahora es volver y tener ciertas socializaciones para dar cuenta de la importancia de PQ (Prague Quadriennale) y por qué es importante venir y, ojalá, dentro de cuatro años existan apoyos institucionales para que puedan venir más fácil porque para nosotros fue muy muy difícil llegar acá”.
¿Escucharon?
Los artistas de México ofrecen en Praga el pabellón llamado ¿Escucharon? en el que recurren a la fuerza de los polos opuestos, utilizada por los zapatistas. Para que se muestren, desaparecen. Para que se les escuche, se callan. Los detalles a Radio Praga Internacional los ofreció la comisaria Carla Rodríguez.
“Traemos una experiencia, una práctica que hicieron los zapatistas en México. La visibilización que ellos han hecho desde hace más de 30 años, ayudados de ciertas acciones que para nosotros tienen muchas características teatrales, performativas. Nosotros lo que intentamos en esta ocasión es retomar eso, leer eso y elaborar algunas imágenes de esa superficie que ellos nos permiten ver. No somos zapatistas, no estamos representándolos tampoco, sino estamos hablando de estrategias que ellos han usado: dejarse escuchar a partir de callarse”.
La delegación mexicana participa también en la sección estudiantil de la Cuadrienal. Su exposición, la Escuelita otra está concebida como un laboratorio colectivo que se había originado un año antes de la Cuadrienal con el fin de juntar grupos de distintas instituciones de formación artística y de diseño que hay tanto en México como en otros países de Latinoamérica. Al mismo tiempo, el pabellón estudiantil guarda el hilo rojo de la representación Mexicana, explica el comisario Aristeo Mora.
“Hicimos un trabajo en el que articulamos algo a lo que llamamos la Escuelita otra y es un pretexto para reunir estudiantes a que pensaran desde el zapatismo y desde otras prácticas de resistencia indígenas y de otro tipo en sus contextos qué otras teatralidades existen en sus propios espacios de vida. Y para ubicar estas teatralidades nos planteamos la pregunta que se hace la Travesía por la vida: si existe todavía la vida en el planeta”.
El público está invitado a participar en el laboratorio y ver distintas propuestas de teatralidad que los estudiantes encontraron como casos de vida.
Memento mori
Si México ocupa el espacio reservado a la búsqueda de la vida, Chile propone en el marco de la Cuadrienal la estrategia contraria. Los jóvenes escenógrafos chilenos y el Colectivo Complejo Conejo vinieron con un proyecto en el que asesinaron a 20 de sus maestros y en el pabellón exponen sus llamadas “animitas” creando así un mortuorio, explica uno de los comisarios Pedro Gramegna.
“Las piezas principales son 20 animitas que son pequeñas construcciones que en Chile se hacen en el lugar de la muerte trágica de alguien, entonces uno los encuentra en puentes, en plazas, en todas las ciudades, en todas las carreteras. Entonces nosotros le asignamos, le creamos una animita a cada uno de estos diseñadores que decidimos matar”.
¿Pero por qué hacía falta matar a alguien en el marco de una exposición de escenografía? Explica Pedro que toda la idea proviene del hecho de que en Chile hay solo una escuela de diseño escénico, Diseño Teatral de la Universidad de Chile. El propio equipo de Chile se formó ahí, heredando el conocimiento de las generaciones anteriores a las que tiene mucho respeto, dice el comisario, no obstante, según él, es muy difícil que este conocimiento se abra y se permee con otro punto de vista, que vea otras posibilidades. La exposición, por lo tanto, es un gesto de decir “reconocemos su aporte pero necesitamos mirar hacia otro lugar”, prosigue otro de los comisarios del pabellón chileno, John Álvarez.
“Nuestra opinión es que necesitamos un recambio en nuestro gremio nacional. Y el recambio no estaba llegando y nosotros queremos forzarlo. Y nuestra manera de forzarlo con mucho cariño, porque son nuestros maestros, fue matarlos. Es nuestra forma, la única forma y la más sana que encontramos como colectivo. Es una especie de antihomenaje de alguna manera. Los reconocemos pero también reconocemos la necesidad de avanzar”.
El equipo de Chile efectuará una vez al día una performance a la que invitará a participar a los visitantes de la Cuadrienal para que se mueran junto a sus 20 maestros. Calculan que cada día podrán morir así entre 35 y 40 personas cuyos rostros en fotografías se expondrán en el pabellón chileno y así se formará una animita colectiva enorme.
“Nuestra propuesta fue matar a 20 de nuestros maestros en el diseño escénico nacional. Creamos una ficción en torno a eso, los matamos y estamos invitando a los visitantes del pabellón a morir junto a nuestros maestros. Nuestro colectivo se destaca por nuestro sentido de humor y un poco el absurdo. Después de tanta muerte que estaba rodeándonos en la pandemia, decidimos tomar la muerte como un tema un poco fuera de la realidad y un poco más ficcionado y también absurdo”.
El colectivo Complejo Conejo también preparó la performance ¿Qué hacen los astronautas? que va a tener tres recorridos en distintos lugares de la ciudad de Praga.
La 15 Cuadrienal de Praga tiene lugar en la capital checa entre el 8 y el 18 de junio en el Mercado de Holešovice.