Las mujeres que mantienen vivo el legado de Lídice

De izquierda: Edna Gómez Ruiz, Lidice Rivas, Lidice Fragoso, Lidice Cuadra, dos alumnos de la escuela 'Lidice', en el centro la urna con la tierra de Lidice, Lidice Luna a Lidice Ramirez Molina, foto: archivo Edna Gómez Ruiz

El 10 de junio de 1942, el mundo quedó conmovido por la tragedia de Lídice, un pueblo checo arrasado por el ejército nazi en venganza por el atentado perpetrado por la resistencia checoslovaca contra uno de sus más altos cargos, el Reichsprotektor Reinhard Heydrich.

De izquierda: Edna Gómez Ruiz,  Lidice Rivas,  Lidice Fragoso,  Lidice Cuadra,  dos alumnos de la escuela 'Lidice',  en el centro la urna con la tierra de Lidice,  Lidice Luna a Lidice Ramirez Molina,  foto: archivo Edna Gómez Ruiz

Sin embargo, ni la destrucción del pueblo pudo borrar su memoria. Desde aquel momento, numerosos países nombraron pueblos, calles y monumentos en honor a Lídice. Pero sobre todo, el legado de las mujeres que intentaron proteger a sus familias aquel 10 de junio pervive en mujeres de todo el mundo que llevan el nombre de Lídice.

En Radio Praga Internacional les ofrecemos su testimonio.

Lidice Romero Amondaray, Cuba

Lidice Romero Amondaray,  foto: archivo de Lidice Romero Amondaray

“Me llamo Lidice Romero Amondaray y soy cubana. Soy profesora en la Universidad de Oriente en Cuba. Mi madre visitó la aldea de Lidice en su juventud y se quedó muy conmovida por su triste historia pero a la vez enamorada del precioso lugar. Crecí conociendo de la lucha de los pobladores de Lidice contra la ocupación nazi y sobre la terrible matanza del 10 de junio. Mis padres y yo siempre soñamos visitar el lugar que me dio nombre y rendirles homenaje a los niños. El 10 de junio del año 2017 pude cumplir mi sueño, estaba trabajando en Europa y fui invitada al homenaje que cada año se realiza a las víctimas de la tragedia. No tengo palabras para explicar la emoción que sentía cuando me dirigía a Lidice, lloré mucho. Fue uno de los días más importantes de mi vida. Tuve la oportunidad de conocer a otras Lidice del mundo y de compartir con los pobladores actuales, conocí a uno de los niños sobrevivientes y las autoridades del pueblo. Nos trataron como a celebridades, fue un día genial. Espero volver algún día por más tiempo”.

Lidice Margarita Céspedes Pérez, Cuba

“Con orgullo llevo el nombre de Lidice, así me nombraron mis padres que tuvieron, por razones de trabajo, la oportunidad de visitar Checoslovaquia y específicamente esta ciudad. Les impresionó su historia de tal manera que al nacer decidieron ponerme su nombre como un homenaje y de alguna manera decirle al mundo que la ciudad de Lidice y sus habitantes masacrados renacen en cada mujer que lleva su nombre en cualquier parte del planeta Tierra. Un abrazo desde Cuba”.

Lidice Palau, Miami

Lidice Palau,  foto: archivo de Lidice Palau

“Soy cubana y radico en Miami. Desde niña supe la historia de mi nombre, pues mi abuela y mi mamá siempre me contaron de su significado y la masacre que allí ocurrió. Les cuento que cada vez que veía mi nombre en un parque, tienda o revista, el orgullo me invadía grandemente. Siempre recibía postales de ustedes cuando era mi cumpleaños. Eternamente orgullosa de ser una Lidice en este mundo, honrando la memoria de la aldea y su terrible crimen”.

Lídice Rivas Cortés, México

“Mi papá trabajó en San Jerónimo Lídice hace 58 años y ahí conoció a una secretaria que se llamaba Lídice. Le gustó mucho el nombre, y entonces decidió que cuando tuviera otra hija se llamaría Lídice. Pero, sorpresa, nacieron 4 hombres, por lo que no llegaba la anhelada Lídice. Mi mamá me contó que cuando nací, mi papá me llevó unos aretes al hospital y dijo “por fin llegó Lídice”. Me registraron como María Lídice Rivas Cortés, porque mis abuelos no estaban muy de acuerdo, ya que ellos decían que Lídice no existía en el calendario y que entonces ¿cómo me iba a llamar Dios cuando yo muriera? Supe del significado de mi nombre hasta la edad de 18 años cuando trabajaba en Texcoco, donde conocí a un señor de edad, de oficio zapatero, al cual le gustaba mucho leer y me dijo que mi nombre era de la República Checa, y que era una aldea que había mandado destruir Hitler. Cuando mi hija menor nació, le pedí a mi esposo que se llamara también Lídice, porque quería que este nombre no se perdiera y siguiera perdurando, y él accedió. Hace aproximadamente 3 años que tengo contacto por las redes sociales con los grupos de mujeres llamadas Lídice, pero mi hija y yo estamos sorprendidas por la cantidad de mujeres que existen en el mundo. ¡Y nosotras pensábamos que éramos únicas!”.

Lídice Ramírez, México

“Soy Lídice y vivo en Mexico, tengo 37 años y mi papá fue quien conoció el nombre de primer momento. Llevo mi nombre con mucho orgullo. Tiene apenas tres años que supe de los grupos de Lídice a través de Facebook, y desde hace dos años he estado en contacto con Edna Gómez, quien nos ha acercado un poco más a la información e historia de nuestro nombre, ella ya ha visitado su pais y conoce a los sobrevivientes. De hecho, apenas le ayudé a transcribir los discursos que dimos hace dos años en una ceremonia”.

Lídice Álvarez Pérez, Cuba

Lídice Álvarez Pérez,  foto: archivo de Lídice Álvarez Pérez

“Mi mamá se llama Luisa Eugenia y después de 11 años salió embarazada, cuando mis hermanas ya tenían 16 y 14 años, y la idea de tener otro hijo se había disipado. Pero con la esperanza de que esta vez fuera un varón, siguieron adelante. Mi hermana mayor, Luisa Lidia, desde la escuela primaria tenía una compañera de aula que se llamaba Lídice. Esta amiga le contaba la historia de su nombre y mi hermana se interesó sobre el tema, comenzó a investigar y conoció la tragedia y la triste historia de los habitantes y la destrucción de la aldea. Cuando mi mamá llegó con la noticia del embarazo, diciendo que la posible fecha de nacimiento sería para finales de enero, mi papá enseguida dijo "va a nacer el 28 de enero" que es la fecha del natalicio de nuestro héroe nacional, José Julián Martí Pérez, “y como además será varón se llamará José Julián”. Por otra parte, mi hermana que no perdía la esperanza de poner ella el nombre, dijo "pues si es hembra, se llamará Lidice porque después de esta tragedia es un honor llevar ese nombre". Luego de los nueve meses tanto mi papá cómo mi hermana tuvieron algo de razón: nací el 28 de enero, gracias a Dios nací mujer y me llamo Lídice. Me alegro mucho de llevar un nombre con tanto significado y de contribuir a divulgar la historia de esa aldea”.

Lidice Torres Lairona, Cuba

“Mi nombre es Lidice Torres Lairona, nací el 11 de mayo de 1967 y aquí les va mi historia. Mi mamá tuvo una profesora de ciencias sociales cuando estudiaba secundaria que comentó sobre el hecho y, ante el llamado de que Lidice viviera, le puso nombre a una hija. Por eso pensó que si tuviera una hija, le pondría ese nombre. Eso fue en plena dictadura del Gobierno de Batista.

Lidice Torres Lairona,  foto: archivo de Lidice Torres Lairona

Al nacer el 11 de mayo estaba decidido y en la maternidad al día siguiente me inscribieron y casualmente en la prensa día apareció un aviso de la Casa Cultura Checa convocando a todas las personas con el nombre que se presentaran. Al parecer, mi papá fue a inscribirme, después me enviaron una invitación para la actividad del 10 de junio de ese año. Mis padres me llevaron con solo un mes de nacida a la Casa de la Cultura Checoslovaca, donde había más niñas, y hasta el director me tuvo en sus brazos. Pusieron un documental sobre la masacre, y me regalaron dos libros de cuentos que conservé y amé siendo más grande. Después, me enviaron la muñeca con traje tradicional y una moneda de bronce con el nombre y una rosa por una cara y el año 1967 por la otra. Todos los años siguientes continué asistiendo a la conmemoración en el mismo lugar hasta que, después de la caída del campo socialista, la Casa de la Cultura Checoslovaca cerró. Extrañé mucho aquellos encuentros pero ya estaba en mí el sentir de lo sucedido en aquella aldea. Me gradué de médico y trabajé como tal en Cuba hasta el 2013, que decidimos, mi familia y yo emigrar a Canadá, donde comencé a navegar por internet y conocer a otras Lidices de todo el mundo gracias a Zdenka Kotková y Zdenek, también Alan Gerrard. En 2017 fui con mi hija a la conmemoración del 75 aniversario en la República y fue muy emocionante concretar un sueño de toda la vida. Allí nos reunimos otras Lidices de Brasil, México, República Dominicana y Cuba. Después de ese encuentro decidí reunir a todas las Lidices de Cuba y creé un grupo en Facebook con ese nombre. Contacté con la Embajada en La Habana para asistir a la conmemoración en el parque que lleva el nombre y donde hay una tarja explicando lo sucedido. Así nos reunimos cada año y compartimos con la Embajada y agregados diplomáticos en La Habana. Éste año debido a la pandemia nos ha sido imposible, pero no lo pasaremos por alto, vamos a postear en el grupo videos explicando el por qué se nos dio el nombre y fotos con pullovers con el logo del grupo. Tenemos como objetivo asistir al 80 aniversario en la República Checa. Sé que será difícil para las que viven en Cuba por la situación económica del país, pero tratarán. Ha sido un placer hablarles y espero les guste. Gracias por la oportunidad de expresarnos y darnos a conocer.”

En la actualidad, el pueblo existe de nuevo en la República Checa, pues se reconstruyó en una localización cercana a la del Lídice arrasado. Cada 10 de junio, en este lugar se conmemora la tragedia frente al Monumento a los niños de Lídice.

Autores: Enrique Molina , Romana Marksová
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