Las momias de Vamberk vuelven “a casa” 20 años después
Un conjunto de 34 momias volvió después de más de 20 años a la iglesia de Vamberk. Se trata de personas destacadas que vivían en la ciudad entre los siglos XVII y XVIII, incluida la condesa Magdalena Gramb, fundadora de la tradición del encaje de Vamberk.
Las momias permanecieron en la cripta de la iglesia de San Procopio en Vamberk durante 300 años. Gracias al microclima favorable del lugar, un total de 46 cuerpos se momificó de forma natural.
En 1954, la cripta fue abierta al público y los restos se convirtieron en un sitio turístico hasta 1985 cuando las obras de construcción realizadas en la cercanía de la iglesia impidieron la salida de la humedad de la cripta. Los ataúdes y los restos empezaron a verse afectados por el moho y escarabajos de la piel. Las 34 momias que se consiguieron conservar fueron trasladadas en el 2002 a los sótanos del Monasterio de Broumov. Ahora han vuelto a Vamberk.
La conservación del material de gran valor arqueológico y antropológico fue posible gracias al compromiso entre la ciudad, la región de Hradec Králové y la Iglesia Católica. Las dos primeras entidades financiaron la sanación de la cripta mientras que la Iglesia permitió el traslado de los cuerpos. En la cripta se destaparon los respiraderos originales y se instalaron termómetros e higrómetros. Jaroslav Klán del Instituto de Patología Forense y Toxicología, encargado del transporte, explicó las condiciones ideales para la Radio Checa.
“Sería genial que consiguiéramos crear de forma natural una humedad del 70%. La temperatura no debería sobrepasar 15°C como máximo, pero estaría bien que fuera más baja”.
Según explicó Klán para el periódico Právo, las momias, por lo general, no se depositan en las condiciones ideales debido al alto precio del aire acondicionado y por eso necesitan un mantenimiento cada cinco años. Durante este proceso se desinfectan, se ungen con alcohol, sales de amonio y cera.
Magdalena Gramb, fundadora de la tradición de encaje
Las momias de Vamberk fueron en vida personas destacadas de la ciudad que vivieron entre los siglos XVII y XVIII. Según sostuvo el vicealcalde de Vamberk, históricamente pertenecieron al lugar y le daría pena que desaparecieran justo ahora, en nuestra época.
Por otro lado, el cura de Vamberk, Paweł Nowatkowski, dijo que se trataba de personas que habían ayudado mucho al desarrollo de la ciudad y que se les había enterrado en la iglesia porque ese era su deseo, querían permanecer en un lugar santo. Entre ellas destaca la figura de la condesa Magdalena Gramb, comentó el cura.
“(El ataúd de la condesa) tiene el número 28. Es el más valioso”.
Magdalena Gramb fue esposa del general neerlandés Gaspar Gramb, bajo cuya posesión caía la zona de Vamberk hace 400 años. Fue precisamente ella, quien introdujo en el lugar la tradición del encaje de bolillos, tan típica para Vamberk hasta nuestros días y una de las joyas de la cultura checa que, según contó la guía del Museo del Encaje de Vamberk, Alexandra Kulhavá, permaneció prácticamente igual desde finales del siglo XVII.
“Los utensilios han seguido siendo los mismos durante siglos. Son los bolillos y la almohadilla. Por supuesto, hoy en día las mujeres ya no utilizan las espinas que utilizaban antes en vez de alfileres. Pero, por lo general, los utensilios son los mismos. Antes no era raro que los hombres se dedicaran al encaje de bolillo. En verano, por ejemplo, un albañil construía casas y en invierno hacía encajes. Así me lo dijo una de las visitantes, que decía que así se ganaba la vida su abuelo”.
A diferencia del Museo del Encaje de Vamberk, la cripta con las momias no será accesible para el público. Sin embargo, se están preparando visitas virtuales gracias a las que los interesados podrán ver los cuerpos en modelos 3D.