Las marionetas checas, de plazas a palacios

Foto: Dominika Bernáthová

La exposición 'Marionetas de un Desván Viejo' en el Museo del Paraíso Checo de Turnov, muestra la época dorada del teatro de títeres checo, que fue en 2016 inscrito en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Foto: Dominika Bernáthová
La danza de los reclutas de Verbuñk, de la región de Slovácko, la halconería o la Cabalgata de los Reyes de la región de Hlinecko. A estas tradiciones checas que forman parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO se suma el teatro de marionetas checo, cuyos principios se remontan al siglo XIX, según explica la comisaria de la muestra 'Marionetas de un Desván Viejo' ('Loutky ze staré půdy'), Jana Válková Střílková.

“La tradición comenzó gracias a unos pequeños conjuntos de teatro ambulantes que viajaban de pueblo a pueblo. Al principio actuaban en las plazas de los pueblos, pero después se trasladaron a espacios más representativos”.

De plazas a palacios

Jana Válková Střílková,  foto: Dominika Bernáthová
Entre ellos salas de palacios y castillos a donde los invitaba la aristocracia para entretener a su corte. Además del prestigio, los artistas se llevaban una generosa remuneración. Aparecían cada vez más conjuntos de teatro aficionado con espectáculos regulares. Las historias de teatro de marionetas se convertían en una importante herramienta de educación y concienciación nacional. En breve empezaron a formar parte del ocio familiar, apunta Válková.

“Las marionetas se fabricaban por encargo y la gente se dirigía para ello a destacados artistas que se dedicaban habitualmente a plásticas sacras para las iglesias, así que era un trabajo sofisticado”.

Una pieza elaborada por un especialista se encuentra también en el Museo del Paraíso Checo. Para Jana Válková es la más curiosa de toda la exposición, explica.

“Es un teatro que representa el mundo submarino con marionetas en forma de peces, ranas, etcétera. Cuenta con ornamentos tallados. Esta técnica no es fácil, es el trabajo de un artesano experimentado”.

Foto: Dominika Bernáthová
La exposición 'Marionetas de un Desván Viejo' presenta una serie de títeres históricos utilizados tanto para espectáculos aristocráticos como caseros, desde la mitad del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. En aquella época, las marionetas solían ser esculpidas en madera de tilo y manejadas a través de alambres e hilos.

En el taller del Museo del Paraíso Checo los visitantes pueden fabricar su propia marioneta. La comisaria explica el procedimiento.

“Las partes de las marionetas se fabrican fundiendo un material especial. Antes se utilizaba, por ejemplo, yeso, que se endurecía con otros materiales adicionales. Hoy utilizamos un tipo de plástico parecido al yeso, pero no es tóxico y se seca rápido. Utilizamos unos moldes antiguos donde se vierte el plástico, la figura se completa y se viste”.

Ocio navideño

Vladimíra Jakouběová,  foto: Jiří Sýkora,  ČRo
La directora del Museo del Paraíso Checo, Vladimíra Jakouběová indica los motivos para organizar la muestra de marionetas en la época navideña.

“El teatro de marionetas formaba parte de los festejos navideños. Los niños las encontraban debajo los árboles de Navidad y todas las familias se entretenían con ellas. Otro motivo de organizar la muestra es que nuestro Museo es una de las instituciones que participaron en la presentación de la candidatura del teatro de marionetas en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, concretamente elaboramos la parte de las marionetas de Bohemia de Noroeste”.

Puesto que el Museo del Paraíso Checo en Turnov no dispone de una amplia colección de marionetas, los comisarios acudieron al matrimonio Jirásek, que lleva coleccionando teatros de títeres más de tres décadas, además de estudiar su historia, prosigue Jakouběová.

Foto: Dominika Bernáthová
“Las compran en tiendas de antigüedades. Además, la señora Jirásková es restauradora y tiene la capacidad de devolverlas a su estado original”. Los Jirásek prestaron al Museo teatros familiares, escolares o de salones, todos de fabricación única, y con bastidores pintados a mano. Una gran parte de las marionetas proceden del taller del entallador Vojtěch Šedivý.

El teatro de marionetas vivió su época dorada a la vuelta de los siglos XIX y XX, cuando en las Tierras Checas actuaban más de 3.000 conjuntos de titiriteros, muchos de ellos cercanos al Sokol, una institución deportivo-cultural. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis suspendieron los Sokol, ejecutaron a muchos de sus miembros, y se llevaron los teatros de marionetas al Tercer Reich.

En la República Checa actualmente ejercen nueve teatros de marionetas profesionales, un centenar de conjuntos independientes y más de 300 grupos amateur. A mediados de los años cincuenta surgió la primera cátedra universitaria de teatro de marionetas. Para conocer más sobre su historia, visiten la exposición 'Marionetas de un Desván Viejo' que permanecerá abierta en el Museo del Paraíso Checo, en Turnov, hasta el 21 de enero de 2018.

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