Las bodas también pueden tener sus escollos

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El día que uno se casa suele ser uno de los más bellos en la vida de cada pareja. La llegada de esa fecha la esperan impacientes y los preparativos de la fiesta de boda son pomposos. Sin embargo, suele pasar que cuando uno desea que todo sea perfecto, algo inesperado suceda.

El día que uno se casa suele ser uno de los más bellos en la vida de cada pareja. La llegada de esa fecha la esperan impacientes y los preparativos de la fiesta de boda son pomposos. Sin embargo, suele pasar que cuando uno desea que todo sea perfecto, algo inesperado suceda.

En la fiesta de boda los amigos pueden secuestrar a la joven esposa exigiendo por ella un pingüe rescate. El camarero del restaurante donde se celebra la fiesta puede romper ante el joven matrimonio a propósito un plato y obligar a la pareja a barrer los trozos. Éstas son costumbres de boda en la República Checa. Pero ¡cuántas otras cosas suelen pasar!

Del tema nos hablaron Jana, mamá de un joven que hace poco "se despidió de la libertad", Eva que se prepara para su boda y Kamila, recién casada.

Jana dice que su hijo, de 25 años de edad, asumió los preparativos de su casamiento con mucha seriedad.

"Fue muy responsable. Como es joven y apegado a los avances técnicos, recurrió a Internet. Se enteró de las tareas del novio el día de la boda, de las de la novia, de los padres, así como cuál era el lugar del auto de la novia al dirigirse en fila al lugar de casamiento, etcétera. Mi hijo fue incluso demasiado sistemático a mi parecer".

Jana describe el espanto con que su hijo reaccionó, por ejemplo, a la noticia de que las dos doncellas de honor de su novia no iban a estar vestidas de blanco.

"Me sorprendió ese nerviosismo de mi hijo durante los preparativos. Con el tema de las doncellas llegó hasta tal extremo que dijo: "Mejor una boda sin doncellas que unas doncellas que parezcan venir de un circo!" Al ver luego los hermosos vestidos de las niñas, uno azul claro y el otro violeta claro, cambió de opinión y las doncellas de honor fueron aceptadas. Pero podía haber sido un drama familiar".

Eva se prepara todavía para el día de su boda. Con su novio también querían preparar todo solos pero, como cuenta, a los padres no les gustó la idea.

"Queríamos tener una boda simple, pero cuando se enteraron nuestros padres, nos obligaron a cambiar los planes. Poco a poco el número de invitados fue creciendo y la verdad es que en un momento perdí la cuenta. Así que nuestros planes de tener una boda sencilla se desvanecieron por completo".

Y los propios preparativos también los asumieron sus padres?

"Tenían la tendencia de organizar todo, pero no lo aceptamos. Consideramos que ya no sería nuestra boda, tal como la habíamos imaginado y eso no pudimos admitirlo", dice Eva.

Por "la prueba de fuego" pasó hace poco Kamila. Pero, como dice, no recuerda mucho el día de su casamiento, pues se sentía como en las tinieblas.

"Nuestra boda fue magnífica, todos lo dicen. Aunque durante los preparativos tuvimos ciertos momentos de crisis. Dos días antes del casamiento vimos la sala de las ceremonias y yo pasé llorando luego tres horas por lo pequeña y poco elegante que me pareció".

Según nos enteramos, la novia se perdió de camino a la ceremonia de casamiento...

"No, la novia no se perdió, fue el novio que salió arrancando. Todo se debió a la intensidad del tránsito ese día. El auto en el que iba yo quedó muy atrás de los demás. Pero mi novio reaccionó de inmediato, me llamó por el celular y junto con sus amigos nos abrieron paso".

O sea que al final todo resultó como lo habían imaginado.

"Nuestra idea original fue más sencilla, pero estoy muy contenta con el transcurso de la boda y también feliz en el matrimonio", matizó Kamila.

Y, ¿Cuál fue la experiencia de ustedes, amigos, con su casamiento?