Lanzan un nuevo proyecto que ayuda a los ancianos a montar en bicicleta

Foto: Zdeněk Kolín

Ciclismo Sin Edad es el nuevo proyecto destinado a los ancianos checos que quieran volver a montar en bicicleta. Los pilotos son en realidad voluntarios que se encargan de ayudar a las personas mayores, no solo a salir y moverse, sino también a crear nuevas conexiones.

Foto: Sharka Rao / Oficina del Ayuntamiento de Ústí nad Labem

Roman Meliška fue el encargado de introducir el proyecto Ciclismo Sin Edad en la República Checa. El objetivo es ayudar a los más mayores haciendo posible que puedan montar en bicicleta. El proyecto tiene orígenes daneses y su funcionamiento es bastante sencillo.

Para ponerlo en marcha, Meliška cuenta que solo se necesitan voluntarios dispuestos a invertir un poco de su tiempo, un triciclo eléctrico y ancianos que quieran volver a sentir lo que era montar en bici.

Foto: Zdeněk Kolín

El triciclo técnicamente se podría considerar una bicicleta, ya que cabe en los carriles bici y se puede usar también en las calles normales. La parte trasera tiene solo una rueda, pero la parte delantera cuenta con dos ruedas y un banco donde se sientan los ancianos. De esta manera pueden disfrutar del paisaje.

Meliška afirma que la tarea de los voluntarios, o pilotos como se llaman a sí mismos, va más allá de llevar a los ancianos de un lugar a otro. El proyecto está destinado a construir conversaciones y relaciones.

“Permite una conversación continua entre piloto y pasajero, que es en realidad el núcleo del proyecto. No se trata de sacar a los ancianos y luego traerlos de vuelta. Sino que se trata de mantener conversaciones de generación en generación. Se ponen en contacto personas que normalmente no tendrían relación”.

 Foto: Sharka Rao / Oficina del Ayuntamiento de Ústí nad Labem

El equipo presentó el programa piloto y el primer entrenamiento de los voluntarios en una residencia de ancianos. Meliška cuenta que la primera reacción de la gente no fue muy positiva, pero que más tarde se fueron animando a participar.

“Podías ver la sorpresa en sus ojos. Nos preguntaban que qué era eso y al principio se negaron en rotundo. Volvimos 10 días después para intentarlo de nuevo y esta vez nos dijeron que tal vez lo probarían”.

Los voluntarios explicaron a los ancianos los pasos y el funcionamiento del proyecto, y estos terminaron sonriendo de oreja a oreja.

El proyecto permite que incluso ancianos con una movilidad reducida puedan volver a disfrutar de paseos y de compañía, y aunque de momento no esté disponible en todo el país, esperan que gracias a la ayuda de los voluntarios termine siendo más conocido.

Foto: Sharka Rao / Oficina del Ayuntamiento de Ústí nad Labem