La vida a ambos lados del muro
El mundo está separado por cada vez más muros, vallas y alambradas. Cómo afecta su existencia a las vidas de los que viven a sus lados es lo que muestra la película documental 'Walls' ('Muros'), presentada recientemente en el festival de cine sobre Derechos Humanos 'Un Mundo' ('Jeden svět'). Radio Praga conversó con uno de sus directores, Pablo Iraburu, sobre el rodaje en diferentes continentes, así como del poder que tiene el cine documental.
En el siglo XXI se han levantado más muros que nunca
Desde la caída del Muro de Berlín se están paradójicamente levantando más muros que nunca en la historia. El director español Pablo Iraburu, natural de Pamplona, estaba dando vueltas a la idea de cómo llevar este tema poco mediático a las pantallas desde hacía tiempo. Hasta que se le ocurrió que los muros podrían ser el marco de retratos de personas concretas, afectadas de diversas formas por su presencia.Junto al director Migueltxo Molina y las productoras Arena Comunicación y Txalap.art pusieron en marcha el rodaje de un retrato íntimo de las personas separadas por los muros, explica Pablo Iraburu.
“Esto es lo que me permite hablar de personas e intentar investigar si son tan diferentes cómo parece que el muro quiere decir. Si realmente estos muros tienen algo de sentido. Queríamos hacerlo yendo más a la esencia, a la parte más personal. Entonces decidimos viajar solo a muy poquitos sitios, tres fronteras, y contar historias con profundidad e intimidad. No hacer un reportaje que informe de lo que está pasando, sino hacer una película emocionante que te haga sentir muy cercano a la persona que está al otro lado”.
El muro que separa México y Estados Unidos, la valla entre Marruecos y España y la pared entre Zimbabwe y Sudáfrica son los escenarios de documental 'Walls'. La selección de estos lugares no se rigió por ningún criterio especial, lo esencial era mostrar la realidad en diferentes continentes. Según apuntó el director, aunque rodasen en cualquiera de los casi 50 lugares del mundo separados por las vallas que se les ofrecían en aquel entonces, las historias serían parecidas. El ansia de sobrevivir y ser felices úne a los protagonistas de ambas partes de los muros. La película no pretende moralizar, ni señalar quién es el bueno y el malo. Simplemente cuestiona si realmente somos tan distintos como sostienen los muros.
Tráfico de drogas, armas y personas. Las fronteras suelen ser zonas conflictivas, pero Pablo Iraburu no se sintió amenazado en ningún momento. Sin embargo, si le hubiéramos preguntado a la productora del documental, Itziar García, quizás nos habría desvelado la parte más oscura, apunta el director.
“Ella se encarga de pagar a la Policía, de contratar a alguien armado para que nos proteja, para generar esta burbuja de intimidad”.La preproducción y la búsqueda de los protagonistas se inició en el estudio de Pamplona con larga antelación para investigar a través de Internet los lugares y encontrar historias interesantes. Para ello a menudo contactaron con la gente local, que les auydó a buscar a protagonistas que encajasen con el perfil deseado, explica Pablo.
“Una vez que tienes al personaje, dedicamos mucho tiempo a estar con él físicamente. Le explicamos el proyecto y se genera una confianza. Solo cuando ya se haya establecido el vínculo de confianza total, empezamos a rodar. Lo difícil es que esta persona no actúe y que haga lo que hace normalmente”.
'Walls' se centra en las historias de cinco personajes. Un hombre jubilado que reparte agua a los migrantes que se dirigen a Estados Unidos, un actor que advierte a los zimbabuenses de los riesgos que corren al cruzar la frontera y un agente de la Guardia Civil que vigila la frontera en Melilla.
Mujeres frágiles con una brutal fuerza interior
Las historias que han sido para Pablo Iraburu las más impactantes son siempre las protagonizadas por mujeres, apunta.
“Gariba hace contrabando entre Marruecos y España, hace algo que yo no podría hacer, transportar unos fardos pesadísimos, y hace un trabajo terrible para para mantener a sus dos hijos. Es una persona que a mí me tocó especialmente, es una mujer maravillosa. En México era Karen, una chica mexicana que quería pasar a Estados Unidos y nosotros la acompañamos en sus intentos. También es una mujer de apariencia muy frágil, muy delicada, pero lo que hacía decruzar el desierto, saltar la valla, la fuerza que tenía dentro era increíble. Estas dos mujeres a mí me impactaron mucho. Son de apariencia frágil y delicada pero con una fuerza brutal dentro”.
El documental 'Walls' ha sido llevado a la pantallas de numerosos países. Entre ellos también Israel, separado con un muro de Palestina, y Qatar, que amuralló su frontera con Arabia Saudí.Según afirma Pablo Iraburu, el ansia de huir de la muerte, que es el motivo principal que impulsa a la gente a cruzar una valla a pesar de todos los riesgos, despierta idénticas reacciones vayan donde vayan.
“Es algo con lo que empatiza cualquier persona del mundo. Es curioso que los debates que surgen después de la película son muy parecidos en Praga, Madrid, Doha y Ámsterdam. Al final del debate acabamos hablando sobre algo muy esencial del ser humano. Es bonito ver que la película funcione de una manera muy parecida en lugares distintos”.
Contrarrestar y abrir los ojos respecto a las realidades que muchos medios de comunicación muestran solamente bajo una luz negativa es uno de los objetivos clave de las películas documentales de Pablo Iraburu. A él mismo también le ayuda a romper estereótipos, como cuenta a través de una anécdota de Palestina.
“Para llegar a un determinado sitio tenía que cruzar una huerta. Estaba con mi fixer, un chico palestino. A unos cien metros salió un hombre con la barba oscura y un palestino en el cuello. Empezó a gritar algo en áraba que yo no entendía. Lo curioso es que entendí inconscientemente que este señor me estaba amenazando. Es lo primero que te viene a la cabeza cuando ves a un árabe que viene hacia ti gritando. Te das cuenta de todos los prejuicios que tienes. Le pregunté a Ismael por lo que decía. Y estaba invitándome a tomar un té. Pero gritaba porque estaba muy lejos. Te das cuenta de que la información que recibimos tiene como objetivo eso. Pensar que un árabe que te grita te está amenazando”.“El cine documental puede cambiar la forma de ver el mundo”
Aunque sabe que no puede cambiar el mundo, Pablo Iraburu sostiene que las películas documentales tienen el poder de formar al menos su visión.
“La forma que tengo de ser tiene mucho que ver con las películas que he visto. Ha habido películas que me han cambiado la forma de ver el mundo, me han emocionado o me han animado a tomar ciertas decisiones. Pienso que a muchas otras personas les pasa eso, que las películas influyen en tu forma de ser tal y como influye la música que oyes, los libros que lees, la pintura que ves, los impulsos que llegan a tu cabeza y tu corazón. Entonces, sí que las películas sirven para algo”.
“El panorama del cine documental en España es positivo”
Respecto al panorama del cine documental en España, Pablo se muestra optimista a pesar de las pésimas condiciones.
“El cine en España tiene una crisis terrible, como la fontanería o cualquier otro negocio. Creo que hay gente muy buena haciendo películas muy buenas. Están naciendo plataformas de visionado online tipo Netflix, o Filmin. No debe vivirse con una amenaza sino con una ocasión estupenda para ver películas online. Hay plataformas estupendas como Hyde dog, una iniciativa que surge desde Cataluña donde dentro de poco se podrá ver lo mejor del cine documental del mundo”.
Pablo Iraburu y Migueltxo Molina tienen a sus espaldas numerosos proyectos. Son los responsables de la película 'Pura Vida', el documental más visto en España en 2012. El año pasado presentaron la película District Zero, que acerca la vida de los refugiados sirios en un campo de Jordania.