Febiofest celebra el cine mexicano
Febiofest, que comienza el 24 de marzo, es el festival de cine más importante de Praga. Todos los años, ofrece una programación muy variada, que cubre todo el panorama cinematográfico mundial, con una fuerte presencia del cine en español. Este año no es la excepción.
Como el ave Fénix, el festival Febiofest todos los años muere para volver a nacer. Con el añadido de que el fantasma de la crisis económica ha hecho todavía más difícil hacer cuadrar el presupuesto los últimos años.
Así lo explicaba el director de este encuentro fílmico, Fero Fenič, al clausurar la edición pasada.
A pesar de los problemas, Febiofest sigue dando batalla y sigue ofreciendo lo mejor del cine mundial en Praga, ciudades de provincia y también en Eslovaquia.
En una reciente entrevista con el Canal 22 de México, Cazals hablaba de ‘Chicogrande’, la película que mostrará en Praga los días 25, 26 y 27 de este mes.
“No es una película sobre Pancho Villa. No es la figura central. La figura central es el pueblo mexicano, atropellado, invadido por los norteamericanos, despojado, torturado, para obtener la información de dónde se encuentra Villa”.
La premiada ‘Abel’, debut del actor Diego Luna tras la cámara, también podrá verse en ¡Qué Viva México! de Febiofest, los días 25 y 29 de marzo.
‘Abel’ fue presentada en los festivales de Cannes y San Sebastián con mucho éxito, lo que ha abierto las puertas de su comercialización internacional.
“Una alegría, una satisfacción, pero siempre está acompañada como de un pánico al abismo, ¿no? Porque siempre hay un riesgo más. O sea, fuimos a Cannes, nos fue muy bien y eso nos hizo pensar que aquí en México nos podría ir bien, pero siempre cabía la posibilidad de que nos fuera mal. Estrenamos, nos fue maravilloso, ahora vamos a crecer, y pues hay la posibilidad de que nos vaya mal y siempre estamos como en esa eterna apuesta, que es muy emocionante, te digo, y muy intensa”.
Sin olvidar el Panorama Latinoamericano, que ofrece nueve filmes de países como República Dominicana, Ecuador, Uruguay, Guatemala, Colombia y, por supuesto, Argentina.
En la sección Panorama Mundial, una de las cintas más esperadas es ‘Balada Triste de Trompeta’, del realizador español Alex de la Iglesia.
“Balada es una comedia, pero que habla de cosas muy serias. Por otro lado también es una película de amor, pero de amor y muerte. Y por último, yo creo que es una película de terror. Hay momentos en los que los personajes dan miedo. Gracias al trabajo de Carolina Bang, de Carlos Areces y de Antonio de la Torre, unos personajes histriónicos y demenciales cobran vida en ese ambiente de pesadilla que es Balada Triste”.
Basada en el libro de Camilo Castelo Branco, premiada en el Festival de San Sebastián, casi casi se convirtió en la cinta póstuma de Ruiz, ya que el año pasado estuvo muy enfermo, aquejado de un cáncer. Pero finalmente Ruiz se repuso, recibió la Concha de Plata al mejor director en San Sebastián y ahora la película llega a Praga.
“Trabajando como se puede, trabajando normalmente todos los días. Tú sabes, uno huele las películas, uno dice acá se va a hacer una película. Lo que quiere decir que la película ya está ahí. Uno llega y filma. Si uno no piensa que las películas cuestan plata, si empiezas a pensar de que cuesta caro, ahí cambia todo”.
“Si la fuerza alegórica es equivalente a la fuerza narrativa, ahí aparece una emoción cinematográfica muy difícil de transmitir por otro medio que el cine mismo. Yo estoy adaptando ‘Salambó’, de Flaubert, la novela, Flaubert describe todo en ‘Salambó’, pero lo que a Flaubert le toma 40 páginas, yo lo hago en dos tomas. Proust toma muchísimo tiempo para describir una cosa que el cine puede describir con un solo movimiento. El cine, desde ese punto de vista, tiene mucha más fuerza de síntesis”.
“Tiene la debilidad de que el cine es esencialmente implícito, por así decirlo. Es decir, todo lo que transmite va directamente a regiones que no forman parte de lo consciente. La narración es consciente, el resto va directamente a los diversos inconscientes que poseemos”.
‘Misterios de Lisboa’ será exhibida el 27 y 29 de este mes, en el Cinestar de Anděl, epicentro de Febiofest Praga. Pero atención: se trata de una obra monumental, de casi cinco horas de duración, así que se debe ir mental y biológicamente preparado.
El festival se inaugura en Praga el 24 de marzo y concluye el 1 de abril. Después, Febiofest se muda a provincias: entre el 4 y el 17 de abril se celebrará en distintas ciudades, como Brno, Ostrava, Hradec Králové y Olomouc. Y entre el 28 de marzo y el 30 de abril habrá funciones también en Eslovaquia.
Foto: Archivo del festival Febiofest
