“La sociedad checa sigue dividida en su relación hacia el pasado”
El historiador Jiří Pernes encabeza desde este jueves el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, sustituyendo en el cargo a Pavel Žáček, que a principios de 2008 participó en la fundación de esta institución. Con el nombramiento del nuevo director no se han apagado las discusiones en torno a la entidad.
Su antecesor, Pavel Žáček, dirigió el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios desde los primeros días de su existencia. Durante los dos años mejoró especialmente el acceso a los archivos, así que hoy día son accesibles al público unos 18 kilómetros de documentos, señaló Žáček al despedirse de su cargo.
“El número de visitas de nuestro sitio web llegó durante esos dos años a 900.000. Es decir 900.000 investigadores, digamos, de la República Checa y del mundo miraron más de cinco millones de páginas pasando en la web casi 100.000 horas. Estas son las cifras ‘duras’ referentes al interés de laicos, científicos, instituciones asociadas y universidades por el pasado. Testimonian que nuestra labor no ha sido en vano”.
La postura de la sociedad checa hacia el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios es bastante contradictoria. Algunos lo tienen relacionado sólo con peticiones de indemnización por el pasado, otros le reprochan la publicación de información no siempre verificada sobre el comportamiento de algunas personas famosas durante el régimen comunista. Además surgieron controversias acerca del nuevo director cuando trascendió que Jiří Pernes había estudiado en la Universidad Nocturna de Marxismo-Leninismo.Según el vicepresidente del Consejo del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, Patrik Benda, el problema es otro.
“En general la sociedad está dividida hasta cierta medida en su relación hacia el pasado. Tengo la sensación de que los seguidores de Pernes y adversarios de Žáček opinan que esta división será superada con un nuevo director. Es ingenuo pensarlo. Una parte de la sociedad checa simplemente no quiere ajustar las cuentas con el pasado”.
En cuanto a la labor de Žáček, Benda destacó el inicio de la digitalización de los archivos de la época del totalitarismo en la historia moderna checa y la gran cantidad de publicaciones, conferencias y exposiciones organizadas por el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios.