Un ex sacerdote al frente del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios

Daniel Herman, foto: ČTK

Un ex sacerdote católico guiará al equipo de historiadores que investiga los crímenes del comunismo. Daniel Herman, antiguo portavoz de la Conferencia Episcopal, es el nuevo director del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios.

Daniel Herman,  foto: ČTK
Después de tres meses a la deriva, el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios retoma las tareas encomendadas por el Estado. El ex sacerdote Daniel Herman, de 47 años, es a partir de ahora el director de la institución que analiza las consecuencias del nazismo y comunismo en la nación checa.

Herman, quien últimamente trabajaba como portavoz del ex candidato a la presidencia de la república Jan Švejnar, no oculta que la nueva función representa para él un gran desafío.

Mirek Topolánek
“El Instituto empezó muy bien sus labores. Se dedicó al estudio de las actividades del aparato represivo del régimen comunista, pero es necesario ampliar las investigaciones a otros sectores, puesto que el régimen afectó la vida de los ciudadanos a todos los niveles, educación, salud, ocio, etc.”.

El Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios fue creado en 2008 durante el gobierno del primer ministro Mirek Topolánek. Su fundador y primer director Pavel Žáček, cayó en desgracia tras su participación activa en el estallido del escándalo contra el escritor Milan Kundera, sospechoso de haber delatado en los años 50 a un espía checo que pasaba información a EE.UU.

Dos meses y medio después del nombramiento se descubrió que Perner era egresado de la escuela de marxismo-leninismo, uno de los instrumentos de promoción ideológica del desaparecido régimen comunista.

El prestigio del instituto sufrió otro duro golpe después de que la dirección interina de la institución publicara por error en su sitio Internet una lista con los nombres de 380 agentes secretos y espías en activo del Servicio de Inteligencia Militar.

Daniel Herman, el nuevo director del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, adelantó que la institución no debe ser de uso exclusivo para científicos e historiadores, debe abrir sus puertas y convertirse en un lugar de consulta del público en general.