Chequia 65 años después del golpe de Estado comunista
El 25 de febrero de 1948 los comunistas checoslovacos tomaron el poder para abandonarlo 41 años después como resultado de la ‘Revolución de Terciopelo’ de 1989. Representantes de organizaciones ciudadanas checas han decidido recordar los catastróficos resultados que tuvieron para la nación más de cuatro décadas bajo la dictadura del proletariado.
En la ciudad de České Budějovice la iniciativa anticomunista está en manos de los estudiantes que de manera regular toman las calles y plazas para protestar por la decisión de dar la agenda de Educación a un concejal comunista. Actividades de protesta se realizan también en las regiones de Zlín y Ústí nad Labem.
La llegada de los comunistas al poder en 1948 representó un duro golpe para la joven democracia checoslovaca, que tan sólo tres años antes se había librado del yugo nazi.Los comunistas, apoyados por el Kremlin, catalogaron lo ocurrido de revolución y lo llamaron ‘Febrero Victorioso’, mientras que para las fuerzas democráticas se trató de un golpe de Estado que súbitamente cambió todo, según explica el director del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, Daniel Herman, quien sostiene que se trató de un golpe premeditado.
“Ya en marzo de 1948 los comunistas nacionalizaron todas la empresas con más de 50 empleados, lo que representó alrededor del 95% de las compañías del país. En septiembre del mismo año empezó a regir la ley sobre los campos de trabajos forzados en los que internaron a más de 20.000 personas sin juicio previo y unos 250.000 ciudadanos fueron arbitrariamente condenados a prisión”, indicó Herman.Entre los años 1948 y 1953 un total de 100.000 personas terminaron en la cárcel por razones políticas, 40.000 de ellos recibieron penas de más de 10 años de prisión.
Con tan sólo dos años en el poder, los comunistas pusieron a funcionar 400 prisiones y campos de trabajos forzados para los llamados enemigos del socialismo y ejecutaron a unas 250 personas por razones políticas.Veintitrés años después de la ‘Revolución de Terciopelo’ los activistas a favor de la libertad y la democracia quieren recordar a los jóvenes y a los llamados ‘nostálgicos del socialismo’ que hace 65 años los comunistas usurparon el poder durante cuatro largas décadas que se vieron marcadas por la injusticia y la permanente violación de los Derechos Humanos.