La resurrección de Lidice comenzó en Gran Bretaña

‘Lidice Shall Live’, foto: Wikipedia / free domain

Hace 73 años que las unidades SS arrasaran el pueblo checo de Lidice como represalia con respecto al atentado contra el Protector Adjunto de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich. Poco después en la ciudad británica de Stoke-on-Trent surgió una recolecta pública que ayudó considerablemente a la renovación posbélica de la aldea destruida.

Charles Strasser,  foto: ČT24
Unos 10.000 mineros renunciaron a su sueldo diario en la ciudad británica Stoke-on-Trent contribuyendo al proyecto de renovación de Lidice, iniciado poco después de que los nazis arrasaran el pueblo checo el 10 de junio de 1942.

Uno de los organizadores del proyecto, Charles Strasser, que huyó de la Checoslovaquia ocupada antes de la guerra para radicarse en Gran Bretaña, indicó que dentro de la campaña solidaria se realizaron varias actividades para hacer posible la resurrección del municipio, situado a unos 25 kilómetros al noroeste de Praga.

“Lidice Shall Live, o sea Lidice vivirá, fue el lema de la campaña. Organizamos conciertos y bailes checos, a los que acudían ingleses que donaban dinero para el proyecto”, dijo.

Una contundente respuesta a Hitler

Milouš Červencl,  foto: archivo de Radio Praga
La campaña ‘Lidice Shall Live’ fue una contundente respuesta a la afirmación de Hitler de que “Lidice morirá para siempre”.

El proyecto solidario surgió por iniciativa del médico polaco Barnett Stross. El británico de origen polaco, que llegó a ser más tarde diputado de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, promocionó la campaña de manera tan eficaz que reunió una suma que hoy correspondería a más de un millón de euros.

‘Lidice Shall Live’,  foto: Wikipedia / free domain
“Calculamos que dicha suma fue suficiente para construir aproximadamente dos terceras partes de la nueva aldea de Lidice. Sin esa recolecta la renovación habría tardado mucho más”, destacó el director del Monumento a Lidice, Milouš Červencl.

Un ataque premeditado a sangre fría

El 6 de septiembre de 1942 en una reunión con motivo de la fundación de la recolecta, el presidente checoslovaco exiliado en Gran Bretaña, Edvard Beneš, destacó que los nazis habían arrasado durante la guerra varias aldeas, en Noruega,

Edvard Beneš,  foto: ČT
Rusia y Yugoslavia entre otras, pero que el caso de Lidice fue aún más alarmante por tratarse de un crimen premeditado de manera impasible hasta el último detalle sin la menor intención de ocultarlo.

Ante unos 3.000 asistentes a la reunión en Stoke-on-Trent, Beneš reiteró que era imprescindible hacer todo lo posible por el restablecimiento de la paz en Europa y el fin de parecidas atrocidades.

Un pueblo borrado del mapa

Reynhard Heydrich,  foto: Bundesarchiv,  146-1969-054-16/Hoffmann Heinrich/CC-BY-SA 3.0
El 4 de junio de 1942, el Protector Adjunto de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich, sucumbió a las heridas sufridas en el atentado sufrido ocho días antes en Praga. Los nazis furiosos desataron represalias de gran envergadura: ejecutaron a centenares de personas y decidieron arrasar el pueblo de Lidice, cuyos habitantes estaban supuestamente involucrados en el atentado.

El 10 de junio, los nazis ejecutaron en el lugar a 173 hombres de entre 14 y 84 años de edad. Las mujeres y los niños fueron enviados a los campos de concentración o destinados a ser germanizados en familias alemanas.

Las casas del pueblo fueron quemadas, los árboles desarraigados, el estanque llenado con escombros y el caudal del arroyo trasladado para borrar el pueblo por completo del mapa.

Dos semanas más tarde, los alemanes realizaron una masacre parecida en otra aldea checa, Ležáky, situada en Bohemia Oriental.

Autor: Roman Casado
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