La resistencia de la Radio Checoslovaca frente a los ocupantes en 1968
Se cumplen 55 años de la invasión de Checoslovaquia por parte de la Unión Soviética y los países del Pacto de Varsovia y el inicio de una ocupación militar que se prolongó durante 20 años. La Radio Checoslovaca fue el primer objetivo de las tropas de ocupación, a pesar de lo que siguió informando y desempeñando un papel primordial.
En la noche del 20 al 21 de agosto de 1968, las tropas soviéticas invadieron el territorio de la República Checoslovaca para acabar con la Primavera de Praga. Durante meses, el propio Partido Comunista Checoslovaco, liderado por Alexander Dubček, había llevado a cabo todo un proceso de apertura empujado por una sociedad sedienta de libertad. A pesar del antecedente del derramamiento de sangre en Hungría en 1956, en Checoslovaquia se creía que Moscú aceptaba el proceso y se miraba con optimismo al futuro. Nadie se imaginaba que esa noche de agosto terminaría de repente ese sueño de forma tan abrupta.
Sin embargo, los tanques de cinco países del Pacto de Varsovia, situados desde hacía semanas en Polonia cerca de la frontera, se adentraron esa noche en el territorio de Checoslovaquia. La Radio Checoslovaca recibió órdenes de no informar negativamente sobre la ocupación bajo amenaza de que se cortaría la emisión. Alrededor de las 2 de la madrugada, se emitió el primer mensaje con el que se informaba de lo que estaba sucediendo.
La emisión fue efectivamente cortada, pero existía un sistema de emergencia por cable, pensado paradójicamente para el caso de una invasión occidental en el marco de la Guerra Fría. Gracias a este sistema, a las 4 de la madrugada se recuperó la emisión y se siguió informando de la inminente llegada las tropas de ocupación. Cuando estas aparecieron alrededor de las 7 de la mañana frente a la Radio en la calle Vinohradská, esta ya estaba llena de manifestantes. Los locutores nunca dejaron de mostrar su rechazo a la ocupación, sabiendo que corrían un gran riesgo.
Cuando los soldados abrieron fuego contra la muchedumbre, comenzó una nueva ‘Batalla por la Radio’, parecida a la de 1945 contra los nazis.
17 ciudadanos desarmados murieron en la defensa de la Radio Checoslovaca, como símbolo de la independencia de la nación.
Dentro de la Radio, sin embargo, los reporteros se las seguían arreglando para informar libremente incluso días después. El edificio era tan grande que los soldados rusos no conseguían encontrar desde donde se emitía. Los periodistas conseguían incluso invitar a personalidades famosas para rechazar la ocupación. Una de ellas fue el propio plusmarquista mundial de largas distancias Emil Zátopek.
“Cuanto más grandes sean los cañones, peor es el testimonio de una postura tan inhumana precisamente en este año de lucha por los derechos humanos, un año olímpico, que según los principios olímpicos, deberíamos vivir en paz, amistad y entendimiento. En esta situación, no me escondo para decir que se trata de una violación tan clara y tan grosera de la Carta Olímpica, que la Unión Soviética, después de lo que ha hecho, no debería estar en las Olimpiadas”.
Después, se siguió emitiendo desde otros estudios en Praga y, más tarde, del resto del país, complicando bastante los planes originales de los ocupantes. Pero era solo cuestión de tiempo que llegara el final de la emisión libre de la Radio Checoslovaca, el reinicio de la típica emisión propagandística y las represalias contra los periodistas rebeldes. Así comenzó el oscuro periodo de la ‘normalización’ aquel 21 de agosto de 1968, que duró hasta noviembre de 1989.