La reducción de la burocracia, la asignatura pendiente del Gobierno checo según los empresarios
El empresariado checo suspende o da una nota muy floja al Gobierno en la mayor parte de las asignaturas. Según una encuesta organizada por la Cámara Comercial Checa, los empresarios valoran muy negativamente el papel del Ejecutivo a la hora de reducir la burocracia, reforzar la formación de trabajadores técnicos y asegurar la estabilidad del entorno empresarial.
Los encuestados puntuaron la labor del Ejecutivo en cinco áreas, dando una nota de 1 a 5 como en los colegios checos, siendo el uno la mejor calificación posible. El Gobierno recibió en general una nota media de 4, es decir, un aprobado por los pelos, siendo el asunto peor calificado su labor a la hora de reducir la burocracia. Además del papeleo y la denominada “jungla” de normas y decretos, preocupa al empresariado checo la deficiente formación de los futuros profesionales, señaló en rueda de prensa el presidente de la Cámara Económica, Vladimír Dlouhý.
“La oferta de cuadros técnicos, sea de formación universitaria o, sobre todo, de formación media, es deficiente. Continuamente oigo hablar de electricistas que no saben qué es la ley de Ohm. Aquí el Gobierno tiene realmente qué hacer. Por otro lado el cambio aquí es a largo plazo y el Gobierno está en su función solo dos años y no puede hacer milagros”.La tercera asignatura que el Gobierno checo se lleva para septiembre es la estabilidad del entorno empresarial, cuyas deficiencias están relacionadas con el mencionado exceso de burocracia y el mal funcionamiento de la Administración, incide Dlouhý.
“Aquí la mayoría da al Gobierno un 3 o un 4. Los empresarios se quejan mucho no de que haya leyes, o de que estas les deparen parámetros desfavorables, como mayores impuestos, sino de que la legislación y las normativas a menudo no son comprensibles, de que se cambian a menudo, o de que se alteran poco después de ponerse en práctica. Este es otro tema muy sensible”.
Mejor parado sale el gabinete de Sobotka con el tema de la responsabilidad presupuestaria, con una nota de 3,8, y en la lucha contra la corrupción, con un 3,6. Notas suficientes, aunque no brillantes, que evidencian según Dlouhý, que el trabajo se hace de forma básica, pero quedan elementos por pulir. El déficit se ha reducido, pero podría haberlo hecho más, y en ocasiones el exceso de celo contra la corrupción provoca indecisión o plazos más largos en las relaciones con la Administración.
La mejor nota, con un 3,1, la obtiene el Gobierno en el apoyo a las exportaciones, prosigue Dlouhý.
“Parece ser que los empresarios valoran mucho el esfuerzo, no solo del Gobierno, sino también del resto de instituciones públicas, de apoyar las exportaciones de modo decidido, de abrir las puertas a nuevos mercados, y de superar los problemas creados en nuestra economía por la crisis de Ucrania y otros conflictos mundiales. Como representante de la Cámara Económica quisiera reconocer al Gobierno el apoyo en este sentido”.La Cámara Económica recuerda que se trata solo de una encuesta y que en cada uno de los puntos tratados está dispuesta a colaborar con el Gobierno para su mejora. Por ejemplo, en el tema de la excesiva burocracia propone un sistema informático único que concentre en un solo lugar todas las obligaciones que el Estado exige de los empresarios.