La policía detiene a líder y otros 42 extremistas del Partido Obrero

Foto: CTK

La policía detuvo a 43 extremistas el domingo en Praga durante una manifestación ilegal convocada por el Partido Obrero. Los ultraderechistas protestaban contra la radio y televisión estatales por no emitir su spot electoral racista de cara a las elecciones europeas de junio.

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El líder del extremista Partido Obrero, Tomáš Vandas, hizo un discurso cargado de mensajes racistas contra el pueblo gitano. Además realizó un llamamiento para marchar al edificio de la Radiodifusión Checa por su negativa a emitir sus espacios electorales racistas.

El magistrado Václav Bíñovec, que estaba siguiendo el acto, ordenó la detención del líder del Partido Obrero.

“Vandas aprovechó casos concretos para hacer generalizaciones negativas sobre una etnia en particular, sin tener en cuenta que eso supone una violación de la ley”.

El magistrado sostiene que es inaceptable que en un país que sufrió el nazismo se propague este tipo de ideología.

Tomáš Vandas,  foto: CTK
Tras la detención de Vandas, la policía intentó acabar con el acto. Tres extremistas que se negaban a entregar sus banderas fueron los siguientes detenidos. Cuando el grupo comenzó su marcha al edificio de la Radiodifusión Checa fue interceptado por unidades especiales de la policía, deteniendo a 39 extremistas más. Tras su paso por las dependencias policiales, todos los detenidos quedaron en libertad, algunos de ellos con cargos.

La Radiodifusión Checa no emitió durante la semana pasada los espacios electorales del Partido Obrero y del Partido Nacional que contenían mensajes racistas por considerar que estaría incurriendo en un delito. Una medida similar tomó la Televisión Checa, pero tras haber emitido un spot del Partido Nacional contra los gitanos.

El líder de los Verdes, Martin Bursík critica al ente público por su tardanza en tomar decisiones y pide la dimisión del Director General.

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“Independientemente de que esté agotando su plazo en el cargo, por una cuestión de principios debería dimitir. No está realizando bien sus funciones”.

El Partido Nacional ha interpuesto una demanda ante la UE para pedir la nulidad de las elecciones. La representante del partido, Petra Edelmánnová, dice que no denunciará a la Televisión Checa y a la Radiodifusión Checa por no creer en el sistema actual. Los medios estatales por su parte, han denunciado a los dos partidos extremistas.

El ministerio de Interior, Martin Pecina, quiere que el Gobierno solicite al Tribunal Supremo la disolución tanto del Partido Obrero, como la del también racista Partido Nacional.