La Orquesta Sinfónica de la Radio Checa homenajea al diplomático japonés que salvó a 6000 judíos
El vicecónsul de Japón en Lituania Chiune Sugihara salvó a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial emitiendo visados falsos. Inspirada por su historia, la compositora Lera Auerbach creó la obra Naves de Luz que tuvo su estreno checo este lunes en el Rudolfinum de Praga. Posteriormente seguirá al Carnegie Hall de Nueva York.
Cuando se enteró de la historia familiar de su suegro, la violoncelista de origen japonés-estadounidense Kristina Reiko Cooper inició la creación de la Sinfonía n. 6 Naves de Luz, dedicada a todos aquellos que durante la Segunda Guerra Mundial no dudaron en arriesgar sus vidas para salvar a los demás. Uno de estos valientes fue el diplomático japonés Chiune Sugihara que, emitiendo documentación falsa, salvó de los nazis a unos 6000 judíos, entre ellos a Irving Rosen, el suegro de Kristina. Ella reveló más detalles sobre esta historia familiar en entrevista para Radio Praga Internacional.
“Sugihara hizo esto en contra de la decisión de su gobierno. De hecho, preguntó tres veces si podía extender visados a los refugiados y le dijeron que no, pero él los emitió de todos modos. Siendo japonesa, entiendo profundamente la cultura y sé que en Japón no les dices que no a tus superiores. Él tenía raíces de samurái y hay un código llamado bushido cuya premisa básica es que nada importa excepto que hagas lo correcto”.
En 1985, a Chiune Sugihara le fue concedido el título de Justos entre las Naciones, otorgado por el Memorial de las víctimas y los héroes del holocausto Yad Vashem en Jerusalén. Fue precisamente esta institución israelí que atendió la idea de Kristina de encargar la creación de una obra musical que rindiera un homenaje a personas como Sugihara y diera a conocer su historia al mundo.
“Quería dar a conocer la historia, pero no soy escritora ni periodista, ni siquiera actriz o productora de cine. Soy música. Así que pensé que la mejor manera de dar a conocer la historia era a través de la música. Tenía la idea de algo grande porque quería que tuviera un gran impacto. Quería encargar una obra que fuera lo suficientemente grande, quería encontrar un compositor que fuera maravilloso y tan dotado para escribir una pieza que durara siglos”.
Así, la creación de la pieza musical fue encargada a la compositora estadounidense Lera Auerbach, nacida en Rusia en el seno de una familia de refugiados judíos. Lera Auerbach compuso la música, el libreto y el concepto artístico de la Sinfonía n. 6 Naves de Luz para violoncelo, coro y orquesta. La música va acompañada por poesía en yiddish, las palabras del Salmo 121 y se inspira también en el arte japonés del kintsugi, prosigue Kristina.
“Ella quería que fuera un trabajo aún más grande, así que agregó un coro a la orquesta y también a dos susurradores. Y se le ocurrió la ingeniosa idea de tener todo el libreto en yiddish, el idioma de los refugiados que escapaban de los nazis. El concepto artístico detrás de la obra es el kintsugi, el arte japonés de romper cerámica y volver a unirla con filigrana de oro para hacer el conjunto más hermoso de lo que era antes. Para ella es una alegoría del pueblo judío y de cómo estamos repartidos por el mundo y reunidos de nuevo. Y esta es la forma de fusionar la parte japonesa y la judía”.
Durante el estreno checo en Praga, Kristina tocó en compañía de la Orquesta Sinfónica de la Radio Checa y el Coro Filarmónico de Praga bajo la batuta del director alemán Alexander Liebreich, actual director artístico de la Orquesta de Valencia. El concierto fue acompañado por una exposición del Memorial Yad Vashem y el Museo Judío de Praga dedicada a Chiune Sugihara y a muchos otros Justos entre las Naciones.
Naves de Luz tuvo el estreno mundial el pasado noviembre en Lituania donde se desarrolló la historia excepcional de Sugihara. De Praga, la sinfonía continuará al Carnegie Hall de Nueva York o a Varsovia.