La obra Mujer y esclavo, de Oskar Kokoschka, objeto de disputas internacionales

Oskar Kokoschka, Mujer y esclavo

El cuadro de Oskar Kokoschka Mujer y esclavo se ofreció en Praga el pasado domingo en una subasta por un precio de salida récord de 8,4 millones de euros. Pero no solo no se vendió, sino que levantó una gran polémica por encontrarse supuestamente en la lista de obras robadas durante la Segunda Guerra Mundial.

Debía ser el cuadro más caro vendido en una subasta en Chequia en lo que va del siglo. Pero la obra Mujer y esclavo, pintada por Oskar Kokoschka en 1920, sin embargo, no se vendió ni por el precio de salida de más de 8,4 millones de euros.

De acuerdo con el director de la sala de subasta Adolf Loos Apartment and Gallery, Vladimír Lekeš, el fracaso de este domingo se debe a un artículo publicado por el diario austríaco Der Standard. El periódico puso en cuestión los motivos que aparecen representados en el cuadro y también la historia de la propiedad de la obra. Vladimír Lekeš explicó el punto de vista de su galería para la Radio Checa.

“Todos los derechos de los herederos están resueltos. En cuanto al motivo, Alma Mahler y Oskar Kokoschka como un esclavo, fue algo que confirmó personalmente la esposa del pintor y gestora de su legado, Olga Kokoschková Palkovská. La confirmación la tenemos por escrito”.

La sala de subastas sostuvo también que el cuadro se había expuesto en la isla de Kampa en Praga y también en Viena y nunca nadie había cuestionado su propiedad. Lekeš presentará una querella contra la autora del artículo o contra el medio Der Standard.

“Con el propietario estamos preparando unas querellas. El artículo perjudicó gravemente tanto al cuadro como a nuestra compañía de subastas”.

La jefa de la redacción cultural reaccionó diciendo que no tenía miedo a la querella y que estaba convencida de la veracidad del artículo.

Complicada historia

El cuadro Mujer y esclavo fue comprado en 1929 por el abogado alemán de origen judío Fritz Salo Glaser. Después de la llegada de los nazis al poder, tuvo que ir vendiendo las piezas artísticas que poseía y, así, en 1942 el nuevo propietario de la obra pasó a ser el empresario Hans Dittmayer. De acuerdo con Lekeš, Dittmayer vendió el cuadro antes de ser detenido como colaboracionista alemán en 1945 y, por lo tanto, sus herederos no tienen ningún derecho de propiedad. Fue en ese año del final de la guerra cuando la obra llegó a Praga.

Vladimír Lekeš | Foto: Česká televize,  ČT24

Hace 15 años solicitaron el derecho de restitución los herederos del abogado judío Glaser. Según Lekeš, obtuvieron la compensación que les correspondía, lo cual fue confirmado por escrito por la heredera Kristýna Glaserová.

De acuerdo con Der Standard y también con la comisaria de las colecciones del Museo Judío de Praga, Michaela Sidenberg, que conversó con la Radio Checa, el cuadro está registrado por la familia Dittmayer en la base de datos lostart.de como robado desde 2001.

“Lo que digo es si fue claramente decidido, ya fuera por medio de una querella a la propiedad de la pieza o por medio de un acuerdo entre los herederos Dittmayer y Glaser, quién podía pedir el derecho de restitución”.

Una información completamente distinta dio Tomáš Kraus, presidente del consejo de administración del Centro para la documentación de las transferencias de los bienes culturales de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.

“Hemos descubierto que el cuadro no figuraba en ninguna base de datos. La Galería de Moravia nos contactó preguntando si era posible emitir el permiso de exportación. De acuerdo con la información que nuestras compañeras buscaron con mucha atención en todas las bases de datos posibles, también internacionales, llegamos a la conclusión de que sí era posible emitirlo porque el cuadro realmente no figuraba en ningún lugar”.

Mujer y esclavo tenía que ser una de las obras más caras vendidas en subastas checas, ya que pertenece a la época más destacada de la carrera de Kokoschka, a su periodo en Dresde. En 1922, el cuadro fue expuesto en la Biennale de Venecia, donde tuvo su propia sala. Según Lekeš, en los últimos 50 años, las subastas checas contaron con, tal vez, dos obras parecidas en cuanto a su importancia.

Autores: Alžběta Havlová , Martina Kutková
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