La nevera solidaria, una buena idea para evitar que la comida termine en la basura
La nevera solidaria, o nevera pública como se le llama en Chequia, es un programa que busca reducir el desperdicio de los alimentos. Con este fin acaban de poner a disposición de los ciudadanos una refrigeradora de intercambio en la ciudad de Pilsen.
La cafetería “Perfect World”, de la ciudad de Pilsen, está orgullosa de ser la primera sin ánimo de lucro en la República Checa. Uno de sus proyectos principales está orientado a los niños de los orfanatos.
En su afán de ayudar a reducir el desperdicio de alimentos fue instalada en el interior del local una nevera pública, explicó Dominika Pašková, promotora de la iniciativa.
“En algún momento descubrimos que tenemos en casa alimentos que pronto van a caducar, o simplemente sabemos que ya no los consumiremos. En tal caso recomiendo que se lleven a algún sitio donde puedan ser aprovechados, y evitar que terminen en la basura“.
Apoyados en el lema: “La comida no es basura” un grupo de activistas alemanes pusieron en práctica la idea de las neveras de intercambio. Este simple principio es aplicado también en Pilsen, acotó Pašková.
“La idea es que la comida se la lleve cualquier persona que la va a aprovechar. No se trata únicamente de personas sin dinero. Lo importante es que funcione el círculo, unos la traen y otros se la llevan“.
Cualquiera puede abrir la nevera para coger o poner algo. Los activistas checos y alemanes coinciden en que el objetivo no es solo la caridad, es también ecológico, y lo fundamental es que la comida no se desperdicie.De acuerdo con las primeras experiencias de Pilsen, los principales “clientes” de la nevera pública son madres con hijos pequeños y estudiantes. Por el momento aparecen en su interior muchas frutas y verduras, y algunos productos enlatados.
Las neveras solidarias han tenido mucho éxito en Alemania. Solo en Berlín hay unas 300 neveras de intercambio y más de 100.000 personas se han sumado al proyecto en el resto del país. España es otro de los países europeos en el que las neveras públicas han empezado a ganar adeptos.
Un reporte de la Organización de Naciones Unidas indica que en el mundo se tiran al año más de 1.500 millones de toneladas de alimentos por un valor de 175.000 millones de dólares.