La integración de extranjeros es un proceso recíproco

Fuente: archivo Poradna

La capital checa cuenta con una red extensa de organizaciones que facilitan el proceso de integración de los extranjeros a la sociedad. Ejemplo de ello es Poradna pro integraci, con más de 20 años de experiencia.

Kristýna Omastová  (Foto: archivo Poradna)
En las últimas décadas han surgido en Chequia organizaciones cuyo objetivo es guiar a los extranjeros en sus comienzos y ayudarles en su proceso de adaptación. Ese es el caso de Poradna pro integraci, el Centro de Asesoría para la Integración, que reside en Praga y tiene su sucursal también en una ciudad al norte de Chequia, Ústí nad Labem. La trabajadora intercultural para la comunidad hispanohablante y lusófona, Kristýna Omastová, explicó con qué tipo de servicios pueden encontrarse los clientes.

“Es una Organización No Gubernamental que lleva más de 20 años ayudando a los extranjeros a integrarse a la sociedad checa. Lo que hacemos es que les brindamos la asesoría social y legal gratuita, por ejemplo, cuando alguien busca trabajo, busca una casa o tiene problemas con su visa, también escribimos apelaciones, diferentes tipos de escritos y además de eso, también tenemos cursos de checo y organizamos actividades para familias con niños, y ahora tenemos un grupo informal hispanohablante que se llama Banda praguense y nos reunimos cada 15 días y es para gente que habla español y organizamos actividades de tiempo libre”.

Poradna organiza actividades tanto para adultos como para niños, cuyo fin es enfatizar tanto las tradiciones locales como las de los países de procedencia de los clientes.

Las puertas de Poradna están abiertas a quien lo necesite, y los idiomas en los que la organización se comunica con sus clientes son checo, ruso, inglés, ucraniano, español, portugués, árabe y alemán. Kristýna Omastová señaló a cuántos clientes ayudó la sucursal de Praga en el 2017.

“Basándome en las estadísticas del Ministerio del Interior hay más de medio millón de personas de origen extranjero en la República Checa y el año pasado, en el 2017, en Poradna ayudamos a casi 900 clientes sobre todo de Ucrania, Rusia y también de Cuba”.

Otra organización que brinda asesoría a sus clientes en español en Praga es InBáze.

De intérprete a mediadora

Equipo de la sección social y legal   (Foto: archivo Poradna)
La mediación intercultural es un concepto bastante nuevo en la República Checa. Kristýna Omastová describió a Radio Praga en qué consiste su trabajo y subrayó que se trata de un proceso bilateral.

“Yo como trabajadora intercultural soy intérprete y también mediadora. Lo que hago es que facilito la comunicación entre los migrantes y la sociedad mayoritaria y para eso se necesita conocer los dos idiomas, tanto el checo como el idioma extranjero, y también las costumbres tanto checas como de los países extranjeros, en mi caso de Latinoamérica. Y bueno, es un proceso bilateral, les ayudamos a los migrantes a acostumbrarse a la vida en la República Checa, entender las reglas, las costumbres, las leyes, y al mismo tiempo también le ayudamos a la sociedad mayoritaria a conocer la cultura de los inmigrantes, para que se conozcan mutuamente”.

La labor del trabajador intercultural es orientar a las personas, brindarles información suficiente, con el fin de que pasen a ser individuos que funcionen en Chequia de forma autónoma y en el caso ideal, que dejen de necesitar la ayuda de las ONGes.

Arte graffiti  (Foto: archivo Poradna)

El trabajador intercultural acompaña a los clientes a las oficinas gubernamentales, a las escuelas, al médico, etc., y no sólo interpreta, sino también realiza la mediación cultural.

El amor como puente entre Chequia y México

La República Checa ha recibido en su historia más reciente varias oleadas de inmigrantes de fuera de la Unión Europea. Sobre todo se trata de personas procedentes de los países de la antigua Unión Soviética, ucranianos y rusos, pero también de una gran comunidad vietnamita. Chequia cuenta además con una minoría de inmigrantes de países de Oriente Medio, de América Latina y de África.

Fiesta   (Foto: archivo Poradna)
De Latinoamérica los que más optan por el país centroeuropeo son brasileños, mexicanos y cubanos. Últimamente aumenta el número de venezolanos, ya que la situación en el país se complica cada vez más. Las causas son variadas, unos llegan por trabajo mediante empresas transnacionales, otros eligen Chequia por estudios, ya que la educación aquí es de buena calidad y si uno aprende checo hasta es gratuita. También hay proporicionalmente un número menor de personas, que buscan aquí protección internacional. Otra motivación suele ser nada más ni nada menos que el amor, como fue el caso de César, mexicano de 28 años, al que además unen con Chequia lazos familiares.

“Mi motivo principal fue mi novia, que es de aquí de República Checa y tras un año de separación decidimos que yo iba venir. Bueno de por sí yo tengo un familiar de aquí en República Checa que tiene como 26 años viviendo acá, es hermano por parte de mi mamá y él se casó con una mujer de Repúbica Checa también”.

Desintoxicarse del miedo

César echa mucho de menos su país y sobre todo a su familia, pero contó a Radio Praga que hay varias cosas que aprecia de Chequia.

Fuente: archivo Poradna
“La sensación de seguridad que hay. En México tenemos una paranoia colectiva, que se está creando, y ya no puedes salir de tu casa sin tener este miedo, aunque tal vez no te pase nada, pero no puedes ya salir a las dos de la mañana y regresar a tu casa tranquilo, simpre tienes esta preocupación, hay un miedo constante, y algo que aprecio aquí es que como que me fui liberando, me fui desintoxicando de ello, aprecio también las personas, los checos son gente muy amable, no tienen problemas porque seas de otro país, no te ven raro, te voltean a ver, pero creo que eso lo hacemos en México también cuando vemos a alguien que es diferente a nuestra fisiognomía”.

En la actualidad César está tramitando el permiso de residencia temporal para un miembro familiar de un ciudadano de la Unión Europea. Buscó ayuda de Poradna pro integraci, para que le guiara por el proceso. César explicó cuáles fueron los requisitos para poder solicitar el permiso.

“Poradna me ayudó sobre todo con la cita con el abogado que me ayudó a digerir toda la información que pide el Ministerio para aplicar para nuestra visa, y cuando escribimos nuestra historia, porque al parecer es uno de los requisitos escribir una historia de cómo se conocieron para que los funcionarios validen tu información y corroboren que es una relación verdadera, entonces la trabajadora intercultural Kristýna me hizo el favor de leer la historia, porque nosotros teníamos dudas, no sabíamos como se tenía que escribir, nos ayudó mucho en ello”.

El checo, una barrera solo para los atrevidos

Kristýna Omastová contó a Radio Praga que los latinoamericanos en general son muy bien acogidos en Chequia, ya que hay muchos checos que aprenden español y Latinoamérica se les hace una parte del mundo muy exótica. Así, temas como la comida o música latinoamericana acaban entablando amistades. Una de las barreras a la hora de integrarse es sin duda alguna la lengua, que a los extranjeros muchas veces les resulta difícil, como comenta Kristýna Omastová.

Celebración   (Foto: archivo Poradna)
“A veces es difícil ver que para la gente sobre todo latinoamericana el checo se les hace muy complicado y muchas veces no lo aprenden, muchas veces viven en su burbuja social donde solo se juntan con sus amigos hispanohablantes o también trabajan en una empresa internacional donde se habla inglés y pueden llevar años aquí en la República Checa viviendo y existiendo sin hablar básicamente nada de checo”.

Sin embargo, este no es el caso de César, que está dispuesto a aprender la lengua, aunque asume su comlejidad.

“La lengua checa es complicada, creo que es esta parte de entender de cómo conciben el mundo, el idioma sirve para eso, para concebir el mundo, y no sé, cambiar de cómo concibo yo a cómo conciben los checos, cambiar un poco lo que funciona en el cerebro, es lo más complicado, pero con tiempo seguramente”.

César también comentó las diferencias culturales con las que se encontró al llegar al país centroeuropeo. Habló sobre la diferencia del humor, apuntando que cree que los checos son más sarcáticos que los mexicanos, y sobre situaciones checas habituales que al inicio le pillaban desprevenido.

“Algo muy básico es cuando llegas o te vas de un sitio, en México te levantas y saludas a las personas y cuando se despiden igual con cierta efusividad, y aquí las personas son como de, bueno ya te vas, adiós, chau, nos vemos, “na shledanou”, y tal vez eso fue mi primer choque cultural, porque yo no sabía qué hacer en ese momento cuando me despedía o cuando llegaba entonces me quedaba de pie confundido, hasta que mi pareja me tomaba de la mano, y me dice vámonos no, entonces eso sí fue uno de los primeros choques, otro, un día cuando escuché las alarmas que hacen de simulacro estaba en casa y de pronto empezó a sonar y yo: qué está pasando, y lo extraño es cuando no conoces el idioma, no sabes lo que dice la voz después del simulacro, que te dice justamente que es un simulacro, y me quedaba confundido”.

Poradna pro integraci, fue fundada como Organización No Gubernamental en el año 1997 con el fin de brindar asesoría social, legal, psicosocial y el apoyo en las cuestiones de enseñanza.