La industria automotriz checa sigue yendo viento en popa
La producción checa de automóviles se sitúa en una buena posición a nivel internacional. Las ventas de algunos de los modelos de coches de productores automovilísticos checos lo confirma, según informó el periódico Hospodářské noviny.
El éxito del modelo Superb no sólo está impulsando las ganancias de Škoda, sino que también está ayudando a estimular el conjunto de la industria automotriz checa, superando a otros sectores. En los tres primeros trimestres de este año los fabricantes de automóviles del país produjeron un récord de un millón de vehículos, un aumento del 7% con respecto al 2015.
La industria se está beneficiando de una producción de modelos más grandes y más caros, como el Superb. Pero este gran coche familiar no es el único éxito de la producción checa. Los datos correspondientes a los tres primeros trimestres de Europa (incluyendo Rusia y Turquía) muestran que el Škoda Octavia es, después de mantenerse cuatro años en el mercado, el segundo automóvil compacto más vendido después del Golf de Volkswagen.
El portavoz de Škoda, Tomáš Kubík, declaró para el periódico que los nuevos pedidos llenan la empresa de optimismo. De hecho, en los primeros nueve meses del año, la marca checa de propiedad alemana aumentó su producción en un 10%.
La industria del automóvil depende del desarrollo de la economía y el panorama es bastante positivo, dijo el analista Ene Linhart de KPMG para Hospodářské noviny. No obstante, Linhart advirtió de que la situación de los productores locales de automóviles y sus proveedores se verá afectada una vez que el Banco Nacional Checo abandone su política de mantener bajo el valor de la corona, algo que podría suceder el año que viene.