La hostelería checa lucha por mantenerse a flote

Los hosteleros checos sufren una nueva y considerable caída en su facturación. Las nuevas medidas de mayor control y restricciones para los clientes son unas de las causas principales.

Malas noticias para la hostelería checa, que muestra una considerable caída en su facturación ya desde principios del mes de noviembre. Son datos arrojados por Storyus, empresa dedicada a suministrar sistemas de cajas registradoras a este tipo de establecimientos, y que afirma que la menor afluencia de clientes ha acarreado un descenso en las ventas de hasta el 20% en apenas una semana.

Foto: Tesa Robbins,  Pixabay,  CC0 1.0 DEED

Las restricciones y el endurecimiento de la normativa para este tipo de establecimientos se perfila como la principal causa de este proceso de disminución de clientes. Introducidas a inicios de este mes, las nuevas medidas obligan a los hosteleros a comprobar y asegurarse de que todos y cada uno de sus clientes se encuentren inmunizados. A partir de esta semana, solo la vacuna y la prueba de haberse recuperado con éxito del virus sirven para acceder a restaurantes y bares, por lo que se prevé que el descenso en las ventas podría ser más acusado aún.

“Una caída en el número de visitantes y las ventas es bastante típica en noviembre. Este año, sin embargo, la caída en el número de visitantes fue del doble que en 2019, y las ventas son más de seis veces menores en promedio”, dijo la portavoz de Storyous, Jana Kohoutová.

Cabe destacar que esta tendencia tiene un impacto desigual. La capital, por ejemplo, no sufre un revés tan acusado con respecto a sus cifras de octubre. Son otras zonas en las que el impacto ha sido mucho mayor, como en Hradec Králové, Liberec y Karlovy Vary.

Por su parte, los empresarios del sector se muestran preocupados ante un más que probable escenario en que esta tendencia se prolongue por más tiempo. Mientras que el control y las medidas se han vuelto más restrictivas, existen otros factores que también explican la mala salud del sector. El visible empeoramiento de la situación epidémica o el aumento del teletrabajo serían algunos de ellos.