Los hoteles del casco histórico de Praga se amoldan para recibir turismo nacional
Los hoteles de Praga han optado por amoldarse a los turistas checos. La falta de turismo extranjero ha impulsado la aplicación de modificaciones para mantener el sector a flote.
Los hoteles en el centro y casco histórico de Praga trabajan tradicionalmente con huéspedes extranjeros, pero la falta de turistas, como consecuencia directa de la pandemia, ha golpeado muy duro al sector del turismo en la capital.
Si bien algunos hoteles reconocen cierto progreso en sus actividades, las mismas siguen estando muy lejos de la situación reinante antes del coronavirus. Los hoteleros aseguran que la clientela nacional no es suficiente para cubrir sus necesidades, aunque agradecen el interés de los turistas locales.
Desde el Hotel Alfons, indicaron a la Televisión Checa que antes de la pandemia los checos representaban una décima parte de la clientela, pero que ahora han llegado a conformar un tercio.
Para atraer a más clientes, los hoteleros han decidido aplicar una receta que acusa buenos resultados, preparan paquetes entretenidos y atractivos para las familias, al tiempo que han reducido los precios hasta en un 40%.
Pero la captura de turistas va más allá de los planes de los hoteleros. Desde la agencia Czech Tourism su director, Jan Herget, ha anunciado la puesta en marcha de campañas para atraer nuevamente al turismo internacional, según dijo a la Radio Checa.
“Este año tenemos en Alemania una campaña de grandes dimensiones, también otra en Polonia. En cooperación con el aeropuerto de Praga, queremos aprovechar los vuelos de las líneas aéreas a destinos como Italia, Francia, España e Israel”.
Representantes del sector, sostienen que las ayudas del estado no han sido suficientes para paliar las pérdidas y esperan que en el otoño e invierno no se apliquen medidas restrictivas que perjudiquen sus proyectos comerciales.
El ministro de Salud, Adam Vojtěch, adelantó que desde el Gobierno no cuentan con la aplicación de medidas que conduzcan al cierre de actividades a nivel nacional. Advirtió, no obstante, que según el desarrollo de la pandemia puede tratarse de restricciones locales.
Partiendo de las cifras ascendentes de contagios, el ministro Vojtěch no descartó que se aprueben controles más estrictos para los comensales en los restaurantes. Los propios administradores tendrían que verificar que los huéspedes cumplan con los protocolos de protección sanitaria. Esta sugerencia no ha encontrado respaldo entre los dueños de restaurantes que se niegan a hacer el papel de “gendarmes sanitarios”.
En la mayoría de los países se lucha por la reactivación del turismo, y en casi todos, la situación es muy parecida, ya que los turistas nacionales no pueden sustituir a la clientela extranjera.
Algunos expertos han recomendado practicar un reinicio del sector. Para ello se deberán tomar en cuenta las limitaciones impuestas por la pandemia, que de alguna u otra manera han marcado el funcionamiento del planeta. Al tiempo que invitan a tener en cuenta que el turismo es uno de los segmentos económicos que dan empleo a una de cada diez personas en el mundo.