La fuerza del agua

Foto: ČTK
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Saludamos a todos los aficionados en aprender la lengua checa. Nuestro país se está recuperando paulatinamente de las inundaciones que causaron un sinnúmero de momentos desagradables para muchos de sus habitantes. A algunos el siniestro les ha afectado más, a otros menos. Lógicamente, estos días en Chequia no se habla de otra cosa y por tanto en esta edición de Hable Checo con Radio Praga aprenderemos el vocabulario relacionado con esa catástrofe natural.

Foto: ČTK
¡Vaya semana! -to byl ale týden!-. Las incesantes lluvias -neustávající deště- subieron las superficies de ríos -zdvihly hladiny řek- y algunos se desbordaron -vylily se z břehů-. En muchos lugares fue declarado el estado de emergencia -stav nouze- por lo cual se han tomado varias medidas de seguridad -bezpečnostní opatření- como el levantamiento de las barreras anti inundaciones -protipovodñové zábrany- en las orillas de los ríos.

Asimismo fue interrumpido el funcionamiento del metro -byl přerušen provoz metra- en las estaciones situadas en el centro de la capital, ya que se encuentran cerca del río Moldava -Vltava-. Durante las inundaciones devastadoras -ničivé záplavy- en el año 2002, fueron anegadas -zaplavené- y se quedaron fuera de servicio -mimo provoz- más de medio año, lo que causó colapso de tráfico -dopravní kolaps-.

Foto: ČTK
Pese a que la Empresa de Transporte Público -Dopravní podnik- aseguró el transporte de refuerzo -náhradní doprava- en forma de autobuses y tranvías -autobusy a tramvaje-, entre la gente se notaba mucho nerviosismo -nervozita-, ya que los atascos de tráfico -dopravní zácpy- les impidieron llegar a tiempo al trabajo.

¡Sin embargo, todavía más nerviosas -nervózní- y asustadas –vystrašení-estaban las personas que habitan las zonas amenazadas -ohrožené zóny-cerca de los ríos desbordados -rozvodněné řeky-. Miles de ciudadanos tuvieron que abandonar sus hogares -opustit domovy- con temor de que se las llevase el agua -odnese je voda-.

Es increíble cómo un arroyo -potok- o un riachuelo -říčka- se convierten de un momento a otro en un río salvaje -divoká řeka- y un río en un lago -jezero-. En algunos lugares los diques -hráze- no aguantaron las riadas -přívaly vody- y se rompieron -protrhly se-.

Foto: ČTK
Sin embargo, me alegro de que los checos hayan vuelto a demostrar que esa tragedia no les deja indiferentes -lhostejní-. Enseguida se levantó una ola de solidaridad -vlna solidarity- y se organizan colectas de dinero -peněžní sbírky- para ayudar a los damnificados -pomoci postiženým-.

Además, a las ciudades y pueblos inundados -zaplavená města a vesnice- llegan muchos voluntarios -dobrovolníci- para ayudar con la limpieza de las casas -úklid domů-.

Lo malo es que algunas personas limpian y recogen más de lo necesario, o sea, se incrementan casos de saqueo -rabování-. Es increíble cómo alguien puede abusar -zneužít- de esa situación.

Otro problema puede ser la contaminación del agua -znečištění vody-. En las zonas anegadas hay que informarse bien de su estado antes de beber el agua del grifo -voda z kohoutku-. Muchas casas se quedaron también sin electricidad -elektřina-, gas -plyn- y el agua caliente -teplá voda-.

Parque Stromovka,  foto: ČTK
Otra complicación es que algunas carreteras -silnice- y vías férreas -železnice- quedan intransitables -neprůjezdné- por haber sido inundadas o por los deslizamientos de tierra -sesuvy půdy-.

Asimismo, está prohibida la entrada -je zakázán vstup- a muchos parques -parky- y huertas -sady-, ya que hay riesgo de caída de árboles -padání stromů-.

Resumidas las cuentas, las actuales inundaciones -záplavy- fueron muy devastadoras, ya que se cobraron ocho vidas humanas -lidské životy- y causaron enormes daños materiales -materiální škody-. Ahora tenemos que esperar que no haya más lluvias intensas y la situación se tranquilice.

Ojalá, ya que en los últimos 16 años en Chequia hubo más inundaciones que durante todo el siglo XX.

Aquí acaba nuestro minicurso de checo de esta semana, amigos. Esperamos, no obstante, que las palabras y frases que acaban de aprender no les hagan falta. La semana que viene les ofreceremos un curso más optimista. ¡Hasta la próxima!