“La familia en Latinoamérica es distinta, más unida que acá”
El núcleo familiar latinoamericano, más unido y aclanado, es muy distinto al checo. Así al menos lo cree nuestro entrevistado de hoy, el periodista ecuatoriano Raúl Sorroza, que ya lleva 17 años viviendo en Praga.
“Encuentro que la familia ecuatoriana como núcleo es más pegada, existe una relación directa y amistosa, normalmente, con nuestros padres. Te contaba que vivo con mi madre, de 86 años, de quien cuido, sin pensar que es una molestia para mí. Y lo veo como una parte de la vida, ella me cuidó a mí cuando era indefenso y pequeño, ahora me toca cuidarla a ella”, comenta.
Raúl Sorroza cree que sería impensable para un checo vivir con su madre de más de 80 años y cuidarla.
Además, sostiene que si las familias latinoamericanas tienen cierta similitud con algún grupo social acá en la República Checa, sería con la minoría gitana, por el sentido de clan, siempre todos juntos, aunque sean muchos.
“El núcleo familiar observo que en nuestros casos es siempre más grande. Madre con hijos y después vienen los sobrinos y los nietos y las familias van creciendo. En ese sentido siento que los latinos somos un poco más parecidos a la minoría gitana acá, porque podemos ser capaces de vivir mucha gente en poco espacio”, agrega.
Al respecto, Raúl Sorroza indica que ha tenido muchos problemas con el sentido de familia que tienen los checos, más aislados, que van más a los suyo. Incluso, afirma que ya no visita a su hermana, casada con checo, porque en su casa priman los valores de la familia y la sociedad checa, y él no está dispuesto a transigir.