La emigración de deportistas en la Checoslovaquia comunista: huida por libertad y éxito profesional

Ája Vrzáňová

Cientos de atletas checoslovacos aprovecharon competencias internacionales para escapar del régimen comunista en busca de mejores oportunidades en Occidente.

Campeones del mundo de hockey de 1949 | Foto: Post Bellum

Durante la era comunista, cientos de deportistas checoslovacos de alto rendimiento decidieron huir hacia el Occidente, para lo que aprovecharon competiciones internacionales que les brindaron una oportunidad única de escape. Entre los más destacados se encuentran figuras como la patinadora Ája Vrzáňová, el legendario jugador de hockey Josef Maleček y varios futbolistas que, durante mucho tiempo, decidieron no regresar a su patria.

La emigración de deportistas, sin embargo, no comenzó con la llegada del comunismo. Jaroslav Rokoský, historiador del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios de Praga, relató en la Radio Checa que el caso de Samo Flohr representa de forma ejemplar este fenómeno.

Legendy Československého Hokeje - Josef Maleček

“Samo Flohr fue uno de los mejores ajedrecistas del mundo en la década de 1930. Como Samo Flohr era de ascendencia judía, tuvo que huir, por lo que emigró inicialmente a Suecia. A finales de 1940, se estableció definitivamente en la Unión Soviética. Como lo demuestra este caso, los atletas checoslovacos no solo huyeron a Occidente, sino también a Oriente durante la Segunda Guerra Mundial”.

Huida del comunismo

Josef Maleček  (1937) | Foto: Wikimedia Commons,  public domain

A pesar de que la emigración checoslovaca tenía sus antecedentes, lo cierto es que tras el golpe de Estado comunista en 1948 el fenómeno se vio a la vez potenciado y restringido. Durante esta época, los motivos para huir del país no solo se limitaban al hecho esencial de preservar la vida, sino también a buscar oportunidades profesionales que el sistema vigente no les ofrecía. La situación de Maleček es un claro exponente de ello: el famoso jugador de hockey, incapaz de alinearse con las demandas del gobierno, emigró con la ayuda de un pasaporte peruano. En la frontera, debido a su fama, fue reconocido, pero perdonado, por lo que finalmente logró su objetivo y se instaló en Suiza, en donde realizó una importante tarea de apoyo a otros exiliados.

“Maleček, junto con otro exiliado, un ex jugador del LTC de Praga, intentó convencer a sus antiguos compañeros de equipo de que no volvieran a casa y formaran una selección nacional de exiliados checoslovacos”.

Retenidos bajo amenaza

Ája Vrzáňová | Foto: Vojtěch Bureš,  Český rozhlas

Uno de los casos más dramáticos de esta ola migratoria lo encarnó Ája Vrzáňová, una joven campeona mundial de patinaje artístico. En 1950, aprovechó una competencia en Londres para pedir asilo político, tras haberse alzado nuevamente con la medalla de oro. En declaraciones a la Radio Checa, la competidora confesó que no había previsto las consecuencias de su decisión.

“Cuando emigré, no pensé que tendría que esperar 40 años para poder regresar, porque es increíblemente difícil abandonar tu país para siempre. Pensé que sería quizás por un año o un año y medio. Al final, no volví a ver a mi padre hasta 13 años después y a mi madre un año después”.

Ája Vrzáňová | Foto: Museo Nacional de Praga,  CC BY 4.0 DEED

Su fuga casi terminó en tragedia cuando agentes de la seguridad del Estado intentaron secuestrarla en las calles de Londres. Por si fuera poco, su familia también fue blanco de las agresiones.

“Amenazaron con dispararle a mi madre. Fue entonces cuando me derrumbé. Me aferré a una valla y grité tan fuerte como pude. Tuve mucha suerte, porque en ese momento mi entrenador y otros dos hombres salieron furiosos por la puerta principal. Yo vivía con mi entrenador y su esposa. Ellos corrieron hacia mí y me rescataron. Fue terrible”.

Campañas de desprestigio

El régimen comunista no solo intentó impedir estas fugas, sino que también se esforzó por ocultarlas o desprestigiar a quienes lograban huir. Deportistas menos conocidos fueron silenciados, mientras que los más destacados eran acusados de traición.

Josef Kadraba | Foto: Jan Kaliba,  Český rozhlas

“Según el régimen comunista, habían abandonado el país de forma vergonzosa y se habían convertido en "traidores al pueblo". Naturalmente, la gente de aquí tenía su propia opinión al respecto, pero la mayoría de las veces sólo se enteraban de los éxitos o fracasos posteriores de estos deportistas a través de los programas de "Voz de América" ​​o "Radio Europa Libre”.

En algunos casos, como el de los futbolistas Adolf Scherer y Josef Kadraba, sus logros fueron borrados de la historia oficial, al punto de omitir sus nombres en partidos en los que habían convertido tantos.

Adolf Scherer | Foto: Jan Kaliba,  Český rozhlas

“Durante el período de la llamada normalización en Checoslovaquia, en los años 70 y 80, los dos futbolistas quedaron en el olvido. Ni siquiera aparecieron en las estadísticas. Hasta noviembre de 1989 no se permitió mencionar en la radio ni en la prensa quién marcó los goles en las semifinales y cuartos de final del Mundial de 1962. Por ejemplo, las estadísticas mostraban 1:0 para Checoslovaquia, pero no se mencionaba al autor del gol”.

Medidas extremas

A pesar de las medidas represivas, entre las que se incluía la confiscación de bienes y el hostigamiento a sus familias, unos 270 atletas de élite lograron escapar.

“Primero vinieron los interrogatorios. Las preguntas que se hacían a los familiares fueron muy similares en todos los casos: si sabían algo sobre los preparativos de la fuga, si mantenían correspondencia con el emigrado, qué hacía la persona en el extranjero y si no quería regresar al país”.

Ivo Knoflíček | Foto: Jan Kaliba,  Český rozhlas

Entre los atletas afectados por estas medidas se encuentraban los futbolistas Luboš Kubík e Ivo Knoflíček, quienes desertaron durante un entrenamiento en Alemania en 1988. Aunque inicialmente fueron castigados con una suspensión de 18 meses, la Revolución de Terciopelo de 1989 cambió el rumbo de sus carreras.

Además de enfrentar enormes desafíos personales, estos atletas representaron la lucha por la libertad y las aspiraciones de éxito en un sistema que utilizaba el deporte como herramienta de propaganda. En una entrevista con la Radio Checa, Knoflíček relató que, dentro del contexto tan desfavorable, se puede considerar afortunado.

“Las prohibiciones fueron deprimentes, pero tuvimos gente que nos cuidó muy bien. También nos visitaban otros checos que habían emigrado. Y los otros jugadores nos alentaban, nos llevaban a jugar a los bolos y nos invitaban a sus casas. Así que tengo buenos recuerdos de eso. Pero debo decir que el hecho de que no se nos permitiera jugar en partidos oficiales del país fue lo peor. Fuera de ello, entrenábamos con nuestros pares con mucha libertad. El problema era que echábamos de menos a nuestras familias”.

#FCSPZeitmaschine: Ivo Knoflicek wird 60

A pesar de los casos de éxito, miles de deportistas no tuvieron la misma fortuna. El régimen significó el fin de prometedoras carreras que, como lo demuestra la rica historia del deporte checo, podrían haber acrecentado aún más la gloria del país.

Autores: Till Janzer , Veronika Kindlová , Juan Muttoni
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