La derecha checa da la espalda al nuevo Gobierno
Los partidos de oposición a la derecha del espectro político han criticado al nuevo Gobierno de Andrej Babiš por su programa y el modo en el que ha surgido.
ANO y socialdemócratas no cuentan juntos con suficientes diputados para tener mayoría absoluta. El plan es contar con el apoyo del Partido Comunista, que a pesar de que no dispone de ministros en el Gabinete, daría su beneplácito al Gobierno a cambio de algunas concesiones programáticas.
Este respaldo, en un país que vivió un régimen comunista durante más de 40 años, ha despertado la repulsa de la mayor parte de los partidos de oposición. Los democristianos se han mostrado indignados además por el hecho de que el Gobierno fuera nombrado precisamente el 27 de junio, Día de Recuerdo a las Víctimas del Comunismo.
El Partido Cívico Democrático, de carácter liberal conservador, también ha mostrado su rechazo. Así se expresó su líder, Petr Fiala.“El presidente Miloš Zeman ha nombrado un Gobierno que se inscribirá en la historia del país como el primer Gabinete medio comunista desde 1989. El Partido Cívico Democrático no dará su confianza a este Gobierno”.
El partido Libertad y Democracia Directa, de corte euroescéptico y antiinmigración, ha criticado también al nuevo Consejo de Ministros, considerando que se forma sin un programa positivo para Chequia. Tampoco han ahorrado críticas desde el Partido Pirata. El partido de Alcaldes e Independientes, también de derecha liberal, mostró asimismo su rechazo a que este segundo Gobierno de Babiš nazca con soporte comunista. Estas fueron las palabras del presidente de la formación, Petr Gazdík.
“Lo considero una victoria de los comunistas pragmáticos, que a cambio de prebendas y peso en las decisiones conseguirán la mayor porción de poder que han tenido desde la Revolución de Terciopelo. Será el primer Gobierno al que apoyan directamente”.Por su parte, el presidente del partido conservador TOP 09, Jiří Pospíšil, reprocha además al nuevo gabinete que cediera ante el presidente Zeman y no impusiera a Miroslav Poche como ministro de Relaciones Exteriores, dejando la cartera de forma provisional en manos del ministro del Interior.
Según su opinión, para los debates sobre migración que tendrán lugar en la Unión Europea, Chequia necesitará un ministro dedicado plenamente a ello.