La cumbre del FMI y del Banco Mundial

Algunos ciudadanos extranjeros que viajarán a la República Checa para participar en los actos de protesta durante la cumbre del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, a celebrarse en septiembre en Praga, serán sometidos a rigurosos controles en las fronteras.

Según informó el Ministro del Interior checo, Stanislav Gross, en caso de ser necesario serán utilizados todos los instrumentos legales para que determinados extranjeros no entren en el territorio de la República Checa.

Miembros de la Iniciativa contra la Globalización Económica - Praga 2000, que organiza la mayoría de los actos de protesta, cuentan con esta eventualidad. "Nos resulta claro que a algunos activistas que organizaron las protestas en Washington, o en Seatlle no les será permitida la entrada a Chequia", constató la portavoz de la Iniciativa, Alice Dvorská.

El tiempo que resta para el inicio de la cumbre será aprovechado por la policía checa para dar el último toque a los preparativos para el mantenimiento de la seguridad y del orden público durante la máxima reunión financiera internacional. Algunos cuerpos de la policía entrenarán la coordinación de sus actuaciones. El Ministerio del Interior planea también informar ampliamente a los policías sobre las vicisitudes que les pueden surgir durante el cumplimiento de sus tareas. El ministro Gross está convencido de que Praga será una buena anfitriona de los hombres de finanzas de todo el mundo.