La confianza de consumidores y empresas en la economía se resiente
Reina el pesimismo con respecto a las perspectivas de la economía nacional. Así lo demuestra el indicador de confianza, presentado por la Oficina de Estadística Checa esta misma semana.
Múltiples cifras e indicadores muestran que la crisis económica es una realidad a nivel global, un contexto que no pasa desapercibido por los ciudadanos. En clave nacional, los últimos datos arrojados por la Oficina de Estadística Checa (ČSÚ) avalan este hecho, ya que la confianza en la economía cayó 2,6 puntos intermensuales hasta los 95,7 puntos en julio.
“La confianza del consumidor en la economía alcanzó un mínimo histórico en julio. Los consumidores creen que su situación financiera actual, así como la situación económica general en la República Checa, está empeorando y que esta tendencia negativa continuará en los próximos meses", afirmó Anastasija Nejasova, del departamento de encuestas de la ČSÚ.
Si bien este indicador de confianza es un elemento principalmente subjetivo, sí refleja el pesimismo general que reina entre consumidores y empresas. Respecto a los primeros, su confianza desciende 1,1 punto intermensual hasta los 73,6, siendo esta la cifra más baja desde enero de 2003, cuando, precisamente, comenzó a realizarse la encuesta. El número de consumidores preocupados por su propia situación financiera alcanza casi cifras récord, al igual que aquellos que consideran que esta es considerablemente peor que en los 12 meses anteriores.
En cuanto al ámbito empresarial, en términos generales, esta se redujo en 2,6 puntos intermensuales, yéndose hasta los 100,2. Con todo, existen diferentes variaciones y particularidades con respecto a cada sector. Así, por ejemplo, la confianza de las empresas industriales desciende 7,2 puntos respecto a junio, cayendo hasta los 98,9, mientras que en aquellas dedicadas al comercio la caída en el indicador de confianza es de 1,7, dejándolo en 97,6 puntos.
Con todo, en otros frentes, incluso, se aprecia una perspectiva mucho más positiva. En la construcción, por ejemplo, la confianza de las empresas aumenta hasta 1,2 puntos intermensuales para alcanzar los 118,6.
Algo idéntico sucede con respecto al sector de servicios seleccionados, donde se incluye el sector financiero, y que vio su confianza aumentar en 0,9 puntos hasta alcanzar los 100.