La computadora: un gran ayudante en la vida cotidiana
Hace unos 20 años, la mayoría de los checos poco o nada sabían de informática. Que alguien tuviera en casa una computadora era algo casi inimaginable. Sólo unas cuantas instituciones oficiales del país disponían entonces de ellas. Para los demás ciudadanos, eran algo así como un aparato salido de las novelas de ciencia ficción.
“La computadora es muy importante para mí, ya que es mi principal instrumento de trabajo. Soy periodista y recuerdo cuando usábamos todavía las máquinas de escribir. Cuando a mediados de los año 90 recibimos los primeros ordenadores, temíamos echarlos a perder. Hoy en día en cambio, ya no quisiera volver a usar una máquina de escribir”.
Los resultados de un reciente sondeo de la agencia Median revelaron que para un 29 por ciento de los checos aproximadamente la informática sigue siendo una gran desconocida. Entre los menores de 12 a 15 años sólo el tres por ciento no domina una computadora. Pero entre las personas mayores de 65 años, casi el 80 por ciento no sabe usar el ordenador. Tal es el caso por ejemplo, de Marie, de Praga, que este año cumplió 78 años.
“Mis conocimientos de esas máquinas son nulos y no tengo ninguna relación hacia la técnica moderna. Quizás sea de lamentar, pero no sé cómo son los ordenadores, para qué sirven ni cómo se manejan. Nunca me he interesado por ese tema porque no sé para qué podría utilizarlos”.Según datos de la Oficina de Estadísticas, a finales del año 2008 más del 48 por ciento de los hogares checos tenía una computadora y el 42 por ciento estaba conectado a Internet. Jan, de la localidad de Čerčany, al Este de Praga, afirma que un ordenador no es cuestión de lujo, sino parte de la vida cotidiana.
“En la actualidad el ordenador representa una necesidad que nos facilita la vida. Si uno está conectado además a Internet, consigue cualquier información que necesite. No hay que ser experto en informática para aprender a buscar datos en Internet y yo lo hago con frecuencia”.
Jan señala que, no obstante, utiliza la computadora sólo en su tiempo libre ya que en el trabajo no la necesita, y reconoció que no aprovecha todos los servicios que ofrece la informática. Desconfía de los servicios electrónicos bancarios y tampoco hace compras por Internet.Vladimír, en cambio, es un usuario cotidiano de Internet. Admite que hubo una cierta desconfianza inicial, pero actualmente se conecta a la red todos los días.
“A finales de los años 90, que fue cuando comencé a usar Internet, lo consideraba más bien una fuente de diversión. Con el paso del tiempo comencé a aprovecharlo en busca de información y actualmente representa para mí un gran ayudante en mi trabajo y vida personal. Especialmente los servicios electrónicos bancarios ahorran tiempo a las personas”.
La señora Marie reconoce que el avance de la ciencia y la técnica le aportó a la Humanidad muchas cosas positivas. A la vez insiste que ella se conforma con lo que tiene y no necesita de un ordenador u otra máquina sofisticada.
“Cuando quiero escribir algo, lo hago a mano o en mi máquina de escribir. Y cuando necesito información, la busco con ayuda de otras fuentes. Estoy satisfecha con lo que sé y la verdad es que no necesito más”.
El sondeo de la agencia Median demostró que no todos los ancianos son de la misma opinión que Marie. En los últimos años se incrementa en la República Checa el número de ciudadanos mayores de 65 años que se inscriben en cursos para aprender a dominar un ordenador y, por ende, usar Internet.