La cebolla ayudará a combatir el cáncer
Científicos checos están convencidos de que la cebolla puede ayudar a la humanidad en la lucha contra el cáncer. No es que los pacientes deban consumir grandes cantidades de estas raíces lacrimógenas. Los expertos descubrieron los procesos de renovación de las células de dicha planta, lo que podría ayudar a combatir la mencionada enfermedad letal.
Por su parte, las plantas son capaces de activar esta “renovación” siempre que la necesitan. En base a las investigaciones realizadas en plantas de cebolla, los científicos del Centro de Investigación CEITEC de la Universidad Masaryk de Brno han logrado descubrir la manera de encontrar la parte de la información genética que desempeña el papel clave en el proceso de renovación.
Las células suelen reproducirse transmitiendo la información genética por medio de la replicación. En dicho proceso se recortan los extremos de los cromosomas, los llamados telómeros, explicó el jefe del equipo investigativo, Jiří Fajkus.
“Como la mayoría de estas células no tiene una enzima activa para llevar a cabo la síntesis de los telómeros, éstas se mueren una vez realizadas decenas de divisiones celulares. Esa es de hecho la esencia del envejecimiento”, dijo.
Las plantas saben recuperar los cromosomas
Mientras que los extremos de los cromosomas humanos se van reduciendo, las plantas saben activar la enzima telomerasa, según sea necesario, siendo capaces de recuperar la parte final de los cromosomas reducidos o rotos. Al igual que las plantas, las células cancerígenas son capaces de conseguir una regulación recuperable de telomerasa.
“La mayoría de las células cancerígenas logran la inmortalidad por medio de la activación de la telomerasa. Eso sucede en el 90% de las enfermedades cancerosas”, precisó Fajkus.Los expertos checos descubrieron el método capaz de señalar en todos los organismos la parte más importante en cuanto a la división de los cromosomas, necesaria para la división. Eso debería ayudar a entender el mecanismo de recuperación de células cancerígenas, así como mejorar la modificación genética de las plantas.
El método posibilitaría no insertar material ajeno en la planta, sino modificar sus propios cromosomas de manera que sean más resistentes gracias a los genes de algunas especies parientes.