La barrera lingüística hace que sea más difícil capturar bandas criminales

Photo: Filip Jandourek, ČRo

Casi el 70% de la metanfetamina confiscada en Chequia el año pasado fue producida por vietnamitas. La Policía dice que las diferencias culturales y la barrera del idioma hacen que sea más difícil combatir estas actividades.

Foto: Archivo de la Policía checa

Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas
Los vietnamitas constituyen la tercera minoría étnica más grande de la República Checa. Se contaron más de 80 000 personas en el último censo del país en 2011, frente a los menos de 18 000 en la década anterior.

Mientras que los miembros de la comunidad eran con frecuencia vendedores callejeros en los años noventa, hoy en día trabajan en muchas tiendas de moda y los más jóvenes se están convirtiendo en estudiantes universitarios.

Pero otra área en la que algunos ciudadanos vietnamitas han hecho sentir su presencia en la República Checa en los últimos años ha sido la producción de drogas ilegales.

La Agencia Nacional Antidrogas de la policía dice que casi el 70% de los más de 100 kilogramos de metanfetamina incautados en 2018 fueron producidos por bandas de crimen organizado vietnamitas.

Jakub Frydrych,  foto: Kristýna Hladíková,  Archivo de ČRo
Jakub Frydrych, jefe de la Agencia, describe las razones por las que estos delincuentes se han centrado en la producción de metanfetamina, que se conoce en la República Checa con el nombre de pervitin.

“Se ha desarrollado a lo largo de los años. Alrededor de 2009, los vietnamitas hicieron grandes avances en la producción masiva de cannabis en nuestro territorio. Esa producción estaba destinada principalmente a la exportación, en particular a Europa Occidental y Septentrional. Luego pasaron a la producción en masa de metanfetamina, una vez más para la exportación. La razón es, sin duda, la eficacia económica y la alta demanda de la droga en Europa Occidental".

Foto: Archivo de la Policía checa
La comunidad vietnamita en la República Checa está en gran parte cerrada a los foráneos y el descubrimiento de criminales en ese entorno representa un desafío para la Policía, dijo Frydrych a la Radiodifusión Checa.

“La comunidad vietnamita tiene diferentes valores. Tiene una desconfianza relativamente alta hacia los sistemas oficiales y un enfoque altamente colectivo. Esto significa que la cohesión interna de la comunidad, y no solo estoy hablando de actividades delictivas, es relativamente alta. Existe una tendencia a construir sus propios sistemas, más allá del marco oficial. Así es como difiere".

La barrera del idioma es un obstáculo importante para descubrir a los grupos criminales vietnamitas mediante el uso de métodos tradicionales, como escuchas telefónicas, continúa Frydrych.

Foto ilustrativa,  fuente: World Bank Photo Collection,  Flickr,  CC BY-NC-ND 2.0
“Muy a menudo usan un tipo de cuasi lenguaje, o algún tipo de expresiones preestablecidas. O, como es común con los asiáticos, usan alegorías o analogías. Por lo tanto es necesario estar familiarizado con el contexto. Tenemos que trabajar muy duro para entender el contexto, a fin de evitar ser engañados".

Frydrych también dice que es difícil para los detectives emplear suficientes traductores confiables para ayudar a combatir este campo de actividad criminal.