La agresión rusa cambió la estrategia de seguridad en Chequia

Chequia recibió un gran número de refugiados ucranianos, se activaron los grupos de hackers y, después de la pandemia del COVID-19, volvió a subir la criminalidad. Todo esto contribuyó al cambio del estado de seguridad el año pasado Chequia.

En 2022, la Central Nacional contra el Crimen Organizado entró en un período difícil de su labor desde el punto de vista de la protección de los derechos de los ciudadanos y la soberanía del Estado.

Foto ilustrativa: Štěpánka Budková,  Radio Prague International

La agresión rusa en Ucrania supuso para la Central una situación completamente nueva en la que tuvo que empezar a recopilar y analizar información sobre los crímenes de guerra. Al mismo tiempo, participó en la gestión de la situación vinculada con la llegada masiva de refugiados ucranianos a Chequia. En este contexto, según dijo para Radio Praga Internacional Jaroslav Ibehej, portavoz de la Central Nacional contra el Crimen Organizado, la Policía checa registró en su territorio la presencia de los miembros de organizaciones criminales que podría traer problemas en el futuro.

“Registramos el movimiento de miembros de las estructuras criminales postsoviéticas que puede desembocar en el fortalecimiento de la presencia permanente de los criminales ruso parlantes en la República Checa y eso también en la época posterior al eventual final de la guerra y el regreso de la mayoría de los refugiados a su país”.

Añade Ibehej que el riesgo lo acentúa una alta coordinación y comunicación, típicas para las organizaciones criminales postsoviéticas, y la capacidad de imponerse en el espacio criminal del nuevo territorio.

“Podemos esperar que en 2023 en el territorio de la República Checa continúe el establecimiento de nuevos miembros de las estructuras criminales de otros países postsoviéticos. El estado de guerra y la consecuente inestabilidad económica, social y legal junto a la voluntad de la UE de brindar seguridad a los refugiados llevarán a las estructuras criminales postsoviéticas a desplazar bienes y personas”.

Foto ilustrativa: Pete Linfort,  Pixabay,  Pixabay License

Junto a la agresión rusa contra Ucrania se perfilaron grupos de hackers prorrusos que organizan ataques contra objetivos en los países democráticos. Por lo general, se trata de un ataque de denegación de servicio. De acuerdo con la Central Nacional contra el Crimen Organizado, los ataques del año pasado se centraban tanto en las instituciones mediáticas como en las estatales y en el sector bancario. Mientras que en 2021 se registraron unos 9000 crímenes en el ciberespacio, en 2022 fueron más de 18.000. Víctima de un ataque similar fue la Radio Checa a finales de junio al organizar una conferencia internacional sobre los medios de comunicación y Ucrania.

Nuevos fenómenos criminales

Los casos más grandes de la Central Nacional del Crimen Organizado en 2022 estaban vinculados a la corrupción y manipulación de licitaciones públicas o abuso de poder. Mucha atención mereció, por ejemplo, el escándalo de corrupción Dozimetr, vinculado a la manipulación de encargos públicos en la Empresa del Transporte Público de Praga.

No obstante, la Policía registró también un nuevo fenómeno que es la criminalidad relacionada con el medio ambiente. Un ejemplo es el caso de la empresa Celio al norte de Bohemia que no liquidaba los residuos del estireno, una sustancia extremadamente inflamable, sino que los tiraba en un basurero.

De acuerdo con el informe anual de la Central, el cuerpo policial abrió el año pasado 84 nuevos casos y empezó 67 enjuiciamientos en los que imputó a casi 250 personas y más de 30 empresas. A su vez, confiscó bienes valorados en 118 millones de euros.

Autores: Olga Vasinkevič , Martina Kutková
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