Květná, la fábrica de cristal artesanal que se salvó por un pelo
La fábrica de cristal artesanal Květná, con una tradición de más de 200 años estuvo a punto de sucumbir. El nuevo propietario ha apostado por salvar la producción de cristal artesanal checo de fama mundial.
Pocos días después de que la producción de cristal artesanal checa se incluyera en la lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, los empleados de la cristalería Květná en la frontera checo-eslovaca, recibieron la mala noticia de que la empresa cerraría sus puertas. Los elevadísimos precios de la energía impedían a su dueño Cerva Bohemia seguir con la producción iniciada hace más de 200 años.
Todo indicaba que unas 90 personas, entre ellos verdaderos expertos en la elaboración artesanal de cristal, se quedarían sin trabajo poco antes de la Navidad. Pero el holding industrial e inmobiliario checo AF Group que se desempeña en sectores como la construcción y el desarrollo e incluye veinticinco empresas con casi cuatrocientos empleados, anunció que compraba la cristalería Květná.
Según indicaran fuentes del holding, el mayor impulso para tomar la decisión fue salvar la tradición centenaria del cristal artesanal en la región de Uherské Hradiště. Los hornos se volvieron a encender y la empresa reanudó sus operaciones el 5 de febrero.
Antonín Popelka, alcalde de Straní, la localidad donde se encuentra la cristalería, dijo a la Radio Checa que le alegraba mucho el hecho de que Květná siga funcionando.
“Estoy realmente muy contento de que la cristalería se haya salvado. Se trata de una tradición muy muy importante que vale la pena mantener, sin olvidar que representa uno de los mayores empleadores de la localidad. Su cierre representaría una gran pérdida para nosotros”.
La historia de la fábrica de cristal artesanal Květná se remonta a muchos años atrás. Fue fundada en 1794 por el príncipe Alois I de Liechtenstein. Situada cerca de Uherský Ostroh, proporcionaba empleo a personas de los alrededores.
A mediados del siglo XIX fue comprada por el empresario austriaco Josef Zahn, quien trajo vidrieros experimentados que introdujeron nuevas técnicas y métodos de soplado y decoración del cristal. Esto mejoró la calidad de los productos y también amplió la oferta e introdujo diseños modernos inspirados por los círculos artísticos de Viena.
En 1894 el nombre de la fábrica cambió de “Blumenbach” a “Květná” en checo y pronto se convirtió en una marca de calidad buscada en los mercados mundiales.
La empresa Zahn & Göpfert instaló salones de exposición y almacenes en Londres, París, Berlín y Hamburgo y exhibió sus productos en las ferias mundiales. Květná fue la segunda fábrica de vidrio de Europa en introducir la decoración con grabados en 1897. En aquella época, sus piezas de cristal ricamente decoradas se exportaban a EE.UU., África, Australia, Egipto, Escandinavia, Austria, Alemania y Suiza.
La fábrica de cristal artesanal siguió funcionando incluso después de ser nacionalizada por los comunistas. Después de la caída del comunismo en 1989, cambió varias veces de propietario y tuvo problemas económicos. Ahora sus nuevos dueños confían en que el cristal hecho a mano en Květná recuperará su lugar en los mercados internacionales.