Kulhánek: “Nuestra política exterior tendrá que aceptar la realidad en Afganistán”
La República Checa tendrá que ser realista e intensificar su colaboración con los países que están en contacto con los talibanes, como son Pakistán, China o Catar, considera el ministro de Relaciones Exteriores, Jakub Kulhánek. Por su parte, el aún embajador afgano en Praga, Shahzad Aryobee, advierte de la poca credibilidad de las promesas hechas por el nuevo régimen que se está formando en Kabul.
El tercer y último avión de evacuación de personas ligadas a la República Checa aterrizó en Praga en la noche del miércoles. En total, y, objetivamente, con una rapidez que ya hubieran querido otros gobiernos europeos, gracias a estos vuelos casi 200 personas han podido escapar del infierno en el que se ha convertido el país, contando diplomáticos, soldados y trabajadores checos de la embajada y colaboradores afganos junto a sus familiares, así como personas con residencia permanente en la República Checa. Como anunció el viceprimer ministro, Jan Hamáček, no se prevén ya más vuelos, y los ciudadanos que Chequia quiera evacuar de Afganistán a partir de ahora, se lo pedirá a algún aliado.
Terminada esa fase, la diplomacia checa se enfrenta ahora al futuro con un régimen talibán en el poder que da un giro de 180 grados a la situación en la región. Según dijo este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Jakub Kulhánek, la República Checa “necesitará una mayor dosis de realismo en su política exterior y aceptar la realidad de Afganistán”. El ministro recordó que la tarea de la diplomacia es mantener los canales de comunicación incluso en las condiciones más duras. “Ya está claro que tanto la OTAN como la Unión Europea, incluida la República Checa, tendrán que intensificar la colaboración con los países que sí están en contacto con los talibanes, como son Pakistán, China y Catar”, expuso. Según Kulhánek, a día de hoy es una incógnita cómo serán las relaciones en el futuro con el régimen talibán.
"Los talibanes van casa por casa apuntando a la gente que trabajó para el Gobierno"
En entrevista para la Radio Checa, el aún embajador afgano en Praga, Shahzad Aryobee, advirtió sobre la falta de credibilidad de las promesas que están haciendo los talibanes en cuanto a los derechos de las mujeres o sus intenciones de mantener buenas relaciones con otros países. Sin ir más lejos, la promesa de que no habrá venganzas no la están cumpliendo, afirma Aryobee.
“En el pasado hemos visto imágenes increíbles de los talibanes: ejecuciones masivas de soldados, ataques a la población civil en Kandahar y otras ciudades… Ahora van casa por casa y apuntan a la gente que trabajó para el Gobierno. Hacen registros para buscarlos. Kabul era el último refugio para muchas personas. Ya se está informando de asesinatos. Los habitantes de Kabul ahora viven en el miedo absoluto”.
Shahzad Aryobee reconoce su temor por el futuro de los millones de mujeres y niñas del país, que probablemente perderán el derecho a ir al colegio, trabajar o participar de la vida política, económica y social. Afirma el embajador que la situación es desesperada para todos aquellos que trabajaron para el Gobierno, organizaciones internacionales o el ejército.
Quienes consiguieron salir del país están, por tanto, felices de haberlo conseguido. Otros miles de personas aguardan escondidos cerca del aeropuerto esperando una oportunidad, que solo se puede dar en alguno de los vuelos militares. Cuando se reanuden los vuelos comerciales, serán los talibanes quienes controlen quién sube a cada avión, por lo que para muchos, será algo impensable, explica el embajador. Escapar a Pakistán tampoco es una opción, asegura, ya que afirma que la victoria talibán se debe básicamente a la ayuda militar pakistaní.
Por ahora, las misiones diplomáticas del régimen caído continúan con su actividad, incluida la embajada en Praga, cuenta Aryobee.
“Por el momento la embajada continúa con su actividad y yo continúo como embajador. Los talibanes aún no han nombrado a su Gobierno y ya veremos qué sucede. Esto nos da tiempo. Si Chequia reconoce el Gobierno talibán, vendrá alguien en mi lugar o cerrarán la embajada. Hasta entonces continuaré haciendo mi trabajo. Pero no quiero trabajar bajo bandera talibán. ¡Eso nunca!”.
Los refugiados afganos llegados a Praga estos días podrán aprovechar que aún funciona su embajada, considera Aryobee.
“En esta fase, si necesitan algún documento o autenticación, con eso podemos ayudar. Podemos verificar su nacionalidad y otras cosas”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Jakub Kulhánek, destacó en una entrevista para el servidor Aktuálně.cz el valor que tiene haber recibido tres vuelos de evacuación dada la situación de caos en el aeropuerto de Kabul y, en general, en Afganistán, mientras otros países aún no han podido realizar ni uno solo. “Tenemos que estar orgullosos de nuestro ejército y nuestros diplomáticos”, dijo, y calificó de “pequeño milagro” el haber logrado poner a salvo a la mayor parte de los colaboradores, con la dificultad y peligro que supone para ellos simplemente llegar al aeropuerto de Kabul.