Kleť: el mirador de piedra más antiguo del país
En la República Checa hay centenares de miradores que difieren según el tamaño, el material de construcción y la época en la cual fueron edificados. En este Radioviajes subiremos al más antiguo del país, el mirador Kleť, y visitaremos el observatorio del mismo nombre, que se dedica al estudio de asteroides y cometas.
Situado en el punto más elevado de la montaña Blanský les, en el Sur de Bohemia, se alza el mirador Kleť. El edificio de 18 metros de altura, que recuerda una torre de vigilancia de un castillo, lo mandó construir a principios del siglo XIX el conde José Juan Nepomuceno de Schwarzenberg, un apasionado viajero y propulsor del turismo en el país.
Jana Tichá, directora del observatorio Kleť, sostiene que probablemente se trata del mirador de piedra más antiguo del país.
“El mirador se remonta al año 1925 y posiblemente es el mirador de piedra más antiguo del país que se ha conservado hasta estos días y que sigue cumpliendo su función”, señaló Tichá.
Sin embargo, mucho antes de construirse allí la famosa Torre de José, como la gente solía llamar el mirador, era un lugar concurrido por los amantes de las vistas panorámicas de los alrededores. Jana Tichá subraya que cuando hace buen tiempo es posible alcanzar con la vista incluso las cumbres nevadas de los Alpes.
“Ya nuestros antecesores sabían que Kleť cuenta con unas vistas impresionantes. En algunos días de invierno es posible ver por encima de la nubosidad baja las cumbres de los Alpes austriacos y alemanes”, subrayó Tichá.
Una vez terminada su construcción, el mirador se convirtió en el punto trigonométrico para los trabajos de cartografía. Por eso, fue visitado al principio, sobre todo, por los creadores de mapas y planos de la región.
“Primero construyeron el mirador y en sus cercanías montaron un pequeño edificio que servía de cobijo al hombre que vigilaba los bosques cercanos contra los incendios. Posteriormente edificaron en su lugar el chalet”, indicó Tichá.
En la construcción del establecimiento participó el Club de los Turistas Checos y su patrona era la condesa Teresa de Schwarzenberg, por lo cual el edificio adquirió el nombre de Chalet de Teresa. Hace un año pasó por una compleja reconstrucción con subvenciones de los fondos europeos.
Entre los años 1958 y 1961 surgió en las cercanías del mirador otro edificio que aprovechaba las excelentes condiciones que ofrecía el lugar: el observatorio astronómico Kleť.
“Kleť ofrece muy buenas condiciones para las observaciones astronómicas debido a que su cumbre suele hallarse por encima de la nubosidad baja que cubre los valles inferiores”, indicó Tichá.
El observatorio Kleť se dedica, a la investigación de pequeños planetas denominados asteroides y de los cometas, sobre todo, de aquellos que se encuentran en las cercanías de la Tierra.
El observatorio registra hasta la fecha 884 asteroides descubiertos por sus astrónomos, que, además, se ocupan de estudiar con detalle sus órbitas. Tichá subrayó que se trata de una cifra récord en descubrimientos de asteroides a nivel europeo.
En cuanto a los cometas, el observatorio Kleť ha descubierto cuatro. El último fue encontrado en el año 2000. Es un cometa de corto período que tarda siete años en hacer una gira alrededor del sol. Se llama, según su descubridor, el cometa Tichý. Jana Tichá sostuvo que es uno de los pocos cometas descubiertos desde Europa en los últimos diez años.
El observatorio Kleť cuenta, a partir de 2002, con un nuevo telescopio denominado KLENOT. Es el mejor y más moderno telescopio utilizado para la observación de asteroides y cometas en toda Europa.
La investigación astronómica exige una activa cooperación internacional. Los astrónomos del observatorio Kleť representan la República Checa en las conferencias astronómicas, publican sus artículos en revistas especializadas y son miembros de varias organizaciones astronómicas, por ejemplo, la Unión Astronómica Internacional (IAU), Centro Harvard para la Astrofísica, la NASA y otras.
Casi todos los lugares de interés histórico cuentan con alguna leyenda y Kleť, en ese sentido, no es la excepción. Se dice que en tiempos remotos estaba situado en el pico más elevado de la montaña Blanský les un castillo en el que vivía el rey Hrozen con su única hija, la noble y bella Krasava.
El diablo se puso furioso y levantó una tormenta que destruyó por completo las fuertes murallas del castillo. Las enormes piedras que cubren el pico de la montaña son los restos de esas murallas.
El mirador y el observatorio de Kleť visitan cada año centenares de turistas de todo el mundo que vienen a conocer la cercana ciudad de Český Krumlov, inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
A los que les gusta caminar pueden elegir alguna de las muchas pistas turísticas y subir al monte a pie. Para los más perezosos hay una; telesilla que tiene 1752 metros de longitud y supera un desnivel de 383 metros.
Así que cuando vengan a la República Checa, no se lo pierdan y visitan este único lugar en el Sur de Bohemia.
