Klaus y Gašparovič recuerdan la partición de Checoslovaquia hace 20 años

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El presidente de la República Checa, Václav Klaus, recibió este lunes a su homólogo eslovaco, Ivan Gašparovič, en Praga. Los dos mandatarios constataron que las relaciones entre ambos países son excelentes y extraordinarias tanto a nivel político, como económico, pero sobre todo entre los ciudadanos de los dos países.

Václav Klaus e Ivan Gašparovič,  foto: ČTK
Checoslovaquia dejó de existir el 1 de enero de 1993, dando origen a dos nuevos países la República Checa y Eslovaquia. Se trató de una decisión política fraguada por los entonces primeros ministros Václav Klaus y Vladimír Mečiar.

Después de más de siete décadas de vida e historia conjuntas, en 1993 los checos y los eslovacos empezaron a caminar por el mismo sendero, pero a velocidades diferentes y con intereses distintos.

A pesar de las disimilitudes en lo referente al papel de la Unión Europea y de la eurozona, las relaciones entre los máximos mandatarios han sido muy estrechas en los últimos diez años, según destacó el presidente Klaus.

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“Nuestra cercanía la demuestran, por ejemplo, el buen nivel de las relaciones personales a nivel de mandatarios y entre checos y eslovacos. Con motivo del cercano 20 aniversario de la partición de Checoslovaquia debo decir que se trató de un hito histórico que ayudó a la exitosa edificación de dos estados independientes”, subrayó Klaus.

Por su parte, el mandatario eslovaco, Ivan Gašparovič, informó con alegría que el presidente checo confirmó que visitará Eslovaquia el año próximo antes de dejar la silla presidencial.

Tras la escisión pacífica del país, checos y eslovacos se sumaron a las principales organizaciones internacionales como, por ejemplo, la OTAN y la Unión Europea.

A diferencia de Chequia, Eslovaquia se integró a la eurozona y en términos generales mantiene una política más europeísta. Ambos países son miembros del Grupo de Visegrado, organismo regional en el que también figuran Polonia y Hungría.

Debido a las relaciones históricas y la convivencia en un mismo país, los eslovacos son una de las minorías más numerosas en Chequia, además de miles de estudiantes y empresarios, también resulta significativo el número de familias en las que uno de los padres es checo o eslovaco.

Gracias a la desaparición de las fronteras comunes los checos y eslovacos se mantienen cercanos y participan en un sinfín de proyectos comunes. Las buenas relaciones mutuas y el prometedor futuro de las mismas volverán a cobrar actualidad durante las actividades para recordar, a partir del próximo 1 de enero, lo que hace 20 años se conoció como el ‘Divorcio de Terciopelo’ que puso fin a Checoslovaquia, país que integraron checos y eslovacos.