Klaus no será juzgado por alta traición, al no ser ya presidente de la República
El Tribunal Constitucional checo no juzgará por alta traición al ex presidente de la República, Václav Klaus. La respectiva demanda había sido presentada a comienzos de marzo por un grupo de senadores, a raíz de la amplia amnistía declarada por el ex mandatario el primer día de este año.
El Tribunal Constitucional indicó que suspendía el caso, porque las normas actuales no facilitan juzgar por alta traición a un presidente que ha dejado de ejercer ese cargo, según sostuvo el secretario general del Tribunal, Ivo Pospíšil.
”La decisión del Tribunal Constitucional se debe a que el objetivo de semejante demanda es juzgar la actitud de un presidente que pudiera dañar los intereses del Estado. Esto no vale en el caso de Václav Klaus, porque su mandato expiró poco después de haber sido presentada la denuncia. Es un caso único en la historia del país, pero la decisión es definitiva y no hay razón alguna para continuar debatiendo este caso”.
El primer ministro, Petr Nečas aplaudió la decisión del Tribunal. A la vez indicó que la actitud del grupo de 38 senadores que presentaron la demanda contra Klaus es imperdonable, en vista de que afectaron con su actitud la buena imagen de la República Checa en el exterior. Nečas considera que los políticos que respaldaron la demanda deberían reconsiderar si es correcto que sigan desempeñando cargos públicos.
Por su parte, la oposición opina que el Tribunal Constitucional dejó pendiente el interrogante de si Václav Klaus había cometido alta traición o no, según dijo el senador socialdemócrata, František Bublan.
”Es muy lamentable, no sólo para el Senado, sino también para el propio Václav Klaus que el caso terminara así. El ex mandatario ya no tendrá la oportunidad de defenderse frente a la opinión pública. Los ciudadanos deberían tener derecho a enterarse de los motivos que llevaron a Klaus a declarar una amnistía tan amplia. Pero así siempre quedará pendiente ese asunto con respecto al ex mandatario”.
A raíz de la amnistía de Václav Klaus, abandonaron las cárceles checas unos 6.500 reclusos desde enero pasado, entre los que figuraron también muchas personas que estaban siendo juzgadas por corrupción y por cometer serios delitos económicos como desvío de fondos, blanqueo de dinero y otros, que habían afectado a toda la sociedad. Más de 260 personas que habían sido amnistiadas han regresado a la cárcel hasta el presente por haber cometido nuevos delitos.