Kateřina Tučková dedica su Premio Nacional de Literatura a la generación actual de escritoras
La escritora Kateřina Tučková se convirtió en la tercera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura Checa, que dedicó a la fuerte generación actual de escritoras.
Si bien no es la primera vez que Kateřina Tučková recibe un reconocimiento por sus obras literarias, el Premio Nacional de Literatura Checa la ha tomado por sorpresa. Según sus propias palabras, el asombro no le llegó tanto por el premio en sí, sino al enterarse que solo dos mujeres se habían hecho con el mismo reconocimiento desde 1995. La escritora de 40 años detalló sus sensaciones para la Radio Checa.
“Lo cierto es que me sorprendió un poco, especialmente cuando me enteré de que era solo la tercera mujer en recibir este premio desde 1995. Yo veo el fenómeno desde una perspectiva más global. Por supuesto, estoy feliz de haber recibido este premio, porque mi última novela me llevó mucho esfuerzo, pero lo veo también como una recompensa para la fuerte generación actual de mujeres escritoras”.
Aunque le ha sido entregado en sintonía con el éxito de su último libro, Agua Blanca (Bílá voda), a la hora de seleccionarla como ganadora, el jurado ha tenido en cuenta la importante trayectoria de la escritora, a pesar de su corta edad. Anteriores libros de Tučková, como La expulsión de Gerta Schnirch (Vyhnání Gerty Schnirch) o El legado de las diosas (Žítkovské bohyně), la convirtieron en la autora checa más leída de la actualidad. Según la licenciada en Filología Checa y profesora de español Ludmila Vyčítalová, consultada en su momento por Radio Praga Internacional, además del lenguaje y estilo de la autora, la selección de los temas sobre los que suele trabajar tienen un papel central en su obra.
“Son temas que transcurrieron hace décadas, es la historia del siglo XX, y todo el mundo siente, en mayor o menor medida, las consecuencias. Además, lo hace al borde de la novela histórica, entre lo que sería una investigación académica, pero combinada con un estilo literario, es decir, se lee muy bien”.
Su último libro, precisamente, no escapa a la selección de temas de relevancia histórica, en los que las mujeres cumplen un papel predominante, aunque sus destinos estén lejos de poder considerarse felices. Agua Blanca, que quedará destacado como uno de los libros de la temporada, trata sobre el acoso y persecución que sufrieron las mujeres religiosas durante el régimen checoslovaco comunista. Según cuenta la novela, las víctimas fueron recluidas en un pueblo ubicado en la frontera con Polonia, que lleva el nombre de la novela, Bílá Voda.
Del mismo modo, el lado oscuro de la historia, que es el que suele interesarle a la autora, se ve perfectamente reflejado en su novela La expulsión de Gerta Schnirch. Acerca de esta obra, en una entrevista realizada por Radio Praga Internacional, la autora destacó que el tema del libro, aunque bien conocido por la sociedad checa, no suele prestarse al debate.
“Trata un capítulo tabú de la historia checa: la expulsión de los alemanes de Checoslovaquia que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, tuvieron que abandonar sus hogares. Por aquel entonces había 3,5 millones de alemanes en Checoslovaquia. Era una minoría muy heterogénea, ya que se componía de, por ejemplo, judíos alemanes de nacionalidad checoslovaca, antifascistas, jóvenes, ancianos, gente apolítica… Y todo este grupo tan diverso fue expulsado del país. Para mí, es una gran pérdida para esta gente, para quienes representó un trauma enorme: la pérdida de sus casas, de sus vidas, y todo por la Historia, con “H” mayúscula, ya que es algo que se dio por culpa de gente que no tenía nada que ver con ellos”.
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En el caso de El legado de las diosas (Žítkovské bohyně), Tučková centró su atención en un grupo de mujeres hostigadas por el régimen comunista, que no comprendía ni aceptaba las prácticas ancestrales de las curanderas y adivinas ubicadas en la región de los Cárpatos Blancos. El libro, publicado en 2012, se convirtió en un gran éxito de ventas. Traducido al español, también fue adaptado a una serie de obras de teatro. Además, le valió a la autora los premios Josef Škvorecký, el Český bestseller y el premio Magnesia Litera de los lectores. Sobre la obra, Tučková explicó que su fórmula fue similar a la utilizada en La expulsión de Gerta Schnirch: el estudio del tema y la reversión de los hechos para crear una historia de ficción inspirada en hechos que realmente ocurrieron. Sin embargo, en aquella ocasión, el trabajo fue mucho más largo e intenso, en comparación con su anterior proyecto.
“Este libro está basado en hechos reales. Pasé tres años investigando los acontecimientos en torno a las curanderas de Žítková mientras escribía la novela. He incluido muchos pasajes de las vidas de diferentes generaciones de estos personajes para crear una versión más completa. Mi objetivo era escribir una adaptación literaria de lo que fue una historia real. Por ello, he incluido elementos, pasajes y eventos que descubrí en documentos de archivo o que me contaron testigos de la época que aún recuerdan la actividad de las curanderas de esta región de los Cárpatos Blancos llamada Moravské Kopanice”.
Ya establecida como una de las autoras checas del momento, la escritora que supo crecer en el “Bronx de Brno”, prefiere entender sus premios personales como un reconocimiento dedicado a las mujeres: aquellas que protagonizan sus novelas y también las que han tomado el bastón de mando de la literatura y se animan a contar, como nadie más podría, historias que injustamente caerían en el olvido.
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