Jóvenes ucranianos que residen en Praga aseguran que no van a rendirse
Ciudadanos ucranianos que viven en la República Checa destacan que su país va a defenderse, y piden ayuda y donaciones para superar la crisis y ganar la guerra.
Miles de personas se han reunido estos últimos días en las sucesivas manifestaciones en Praga para protestar contra la invasión rusa de Ucrania. Entre los manifestantes, aparte de muchos ciudadanos checos, también ha habido la presencia de un gran número de ucranianos que residen en el país.
Y es que mientras la República Checa está procesando la conmoción de la invasión rusa en un territorio de un estado soberano, las acciones de solidaridad y resistencia no se han hecho esperar. Los ucranianos tienen una fuerte relación con el país: son más de 200 000 viviendo aquí, y constituyen la segunda minoría más grande después de los ciudadanos eslovacos. Esto, combinado con una experiencia histórica similar con Rusia y la Unión Soviética, ha empujado a la movilización social.
Banderas, como la ucraniana, la checa, la eslovaca o la rojiblanca de la oposición bielorrusa, han ondeado alrededor de la estatua de san Wenceslao estos últimos días junto a carteles con lemas como "Detened el crimen de Putin" o "No te daremos Ucrania, Iván". En una de estas manifestaciones participaba Masha, una joven que estuvo presente en la revolución de Maidan en 2014 y que ha hablado con Radio Praga Internacional.
Según explica, con conmoción, nunca vio como una opción realmente factible la invasión rusa de su país. Ahora, destaca, tiene esperanza de que otros estados apoyen su causa, porque ellos no dejarán de luchar.
“Fue terrible y hasta el último momento no creí que fuera realmente posible. Esperamos lo mejor en este momento, necesitamos apoyo y, evidentemente, no estamos listos para rendirnos. Ucrania se va a defender. Eso está garantizado. En el peor de los casos, esperamos que la República Checa y otros países de la Unión Europea puedan tomar medidas y ayudar a Ucrania a defenderse”.
En su opinión, Masha piensa que la opción más útil para apoyar a Ucrania en este momento son las sanciones. En su caso, ella no quiere escapar ni, tal como relata, su familia tampoco.
“Estamos en nuestra tierra y buscamos protegerla. No vamos a ninguna parte y realmente esperamos apoyo financiero y militar, pero no estamos dispuestos a renunciar a nuestras tierras. Toda mi familia está en Ucrania. Mi padre ha ingresado al servicio militar en nuestra región. Me dijo que debía cuidarme y no preocuparme por él”.
En una de las manifestaciones de apoyo también participaron Volodya y Katya, una pareja ucraniana que estudia en la República Checa. Durante la entrevista, aseguraron que se sentían solos frente a Rusia y que no consideran que haya un apoyo internacional serio. Por ahora, explica ella, solamente pueden unirse a las protestas y donar al ejército.
Sobre las nuevas vías de acceso y las iniciativas de acogida a personas refugiadas en la República Checa, Katya admite que su familia quiere quedarse y luchar, aunque esto le genera preocupación.
“Mi madre y mi padre estarán en Ucrania, porque mi padre no quiere irse del país. Él quiere pelear. Sin embargo, me gustaría que mi hermana estuviera aquí, porque tiene 18 años y estoy preocupada por ella”.
Sobre la reacción del embajador de Ucrania en la República Checa, que dijo que espera que los nacionales regresen al país para defenderlo, Katya apunta que tiene miedo. Considera que ella no puede ayudar, ni estando aquí ni yendo allí.
Por otro lado, destaca que ha presenciado agresiones a personas rusas en Praga, algo que desde su punto de vista no está bien. Además, plantea la importancia de ser justos con los ciudadanos que viven fuera de la federación.
“Me gustaría explicar que me han llegado algunas historias que escuché de mis amigos aquí, donde, por ejemplo, el profesor de la universidad dijo que los que son de Rusia no pueden participar en una conferencia. No creo que sea bueno odiar a todos los rusos por esta situación. Especialmente porque los que están aquí, están aquí por una razón: no les gusta la política de Putin”.
La joven explica que la gente está enfadada con Rusia y que esto no les permite diferenciar entre el gobierno y los ciudadanos. Relata el ejemplo de una amiga suya que estaba hablando por teléfono con su madre en ruso, y un hombre le escupió en los zapatos.
Hace unos días, un grupo de manifestantes también se reunió frente a la embajada rusa en Praga. A pesar de ser una concentración pacífica y de estar escoltados por la policía local, uno de los asistentes canalizó su indignación y pateó la verja de metal del edificio institucional. Según relató a la Radio Checa, fue un estallido de emoción, ya que su familia se encuentra todavía en Kiev y están preocupados por la falta de comida.
Aparte de las manifestaciones, muchos checos también están demostrando su solidaridad con donaciones de dinero a Ucrania y a sus fuerzas armadas. Según Šimon Pánek, director de una de las principales ONG de derechos humanos de la República Checa, ‘People in need’, los ciudadanos han donado más de cuatro millones de euros a Ucrania en los últimos tres días.
“En la medida de lo posible, el dinero se utilizará para ayudar en Ucrania. Ahora mismo no está claro qué pasará. La situación se está desarrollando muy rápido, y ahora el gran suceso son las personas que huyen de Ucrania. Pocas cosas se están moviendo hacia el país. El dinero se empleará principalmente para apoyar a las familias, las personas que huyen, ya sea en el oeste de Ucrania o en los estados cercanos”.
Además, destaca Pánek, intentarán apoyar a los ucranianos que buscan refugio para que puedan llegar a la República Checa cuando sea necesario.