Jiří Strach: “El soldado Švejk forma parte del carácter checo”
Las calles de Brno volvieron por unos días a la atmósfera asfixiante de los años 70 en la Checoslovaquia comunista para el rodaje de ‘Las Muelas del Juicio’, la próxima película de Jiří Strach. Protagonizada por Ivan Trojan, la cinta sin embargo busca también reírse al fin de una de las etapas más oscuras del pasado reciente del país, como contó el director en entrevista a Radio Praga.
Pero esta es una historia graciosa sobre un periodo triste, tal y como explica su director.
“Me encanta esta historia. Va sobre uno que en una fiesta de la empresa, completamente borracho, firma la Carta 77. Al día siguiente no se acuerda de nada, pero alrededor suyo empiezan a pulular los agentes de los servicios secretos, le echan del trabajo… Entonces pone Radio Europa Libre y escucha su nombre. Se da cuenta del problema que tiene. Como buen checo, intenta salirse de todo eso a lo Švejk, como el buen soldado Švejk de la novela, haciéndose el tonto. Así consigue digamos una vía moral que le da determinación, valentía, para superar el miedo. Es un rasgo presente en nuestro carácter”.
Sobre la verosimilitud de las localizaciones, Strach bromea agradeciendo que el Ayuntamiento de Brno no tenga tanto dinero para mantener tan arregladas las calles, ya que asegura que no fue difícil encontrar lugares que pudieran fácilmente convertirse en calles de hace más de 30 años.
Jiří Strach responsabiliza de la genialidad de la historia, que también promete helar la sangre por momentos del espectador, al guionista Marek Epstein, para quien no ahorra elogios.
“Creo que Marek Epstein es uno de los guionistas con mayor talento de su generación. Y yo, un director a quien no le gusta escribir guiones, sería tonto si no lo valorara en su medida. Debe ser la cuarta o quinta película que hacemos juntos. La colaboración con él es fantástica y también en lo personal nos entendemos bien. Compartimos una visión sobre el mundo y también un sentido del humor. Me encantan los diálogos que escribe, casi nunca cambio nada en los rodajes. Para mí es una suerte contar con él, porque en un país tan pequeño como Chequia, con diez millones de habitantes, no tenemos tanta gente con el talento de Marek”.
El entendimiento entre ambos da lugar a muchas formas de trabajo, dice Jiří Strach.
“Nuestra colaboración no tiene un patrón determinado. A veces me trae un texto terminado y me lo propone o a veces le pido yo que lo escriba, como en ‘Arrugas de Amor’. Cuando ya tuve a los actores Jiřina Bohdalová y Radek Brzobohatý, que compartirían pantalla después de 30 años, fui y le dije lo que había y lo hizo. Por otra parte es alguien flexible. Muchos autores no reciben bien nuevas ideas, no quieren hacer cambios. Marek sin embargo no solo es capaz de hacer correcciones, sino de pensar de nuevo la historia y cambiarla de raíz. Con ‘Arrugas de Amor’ pasó eso. Entre la primera y la segunda versión del guión, a partir de la mitad, hay dos películas distintas”.
“No, no doy lugar a la improvisación. El guión es una hoja de ruta, un mapa que te dice donde tienes que ir. Y cuando se empieza a no respetar, puede que luego falle el ritmo o la lógica. Durante los ensayos dejo que los actores expongan sus ideas, a las que estoy abierto, pero luego soy el árbitro que dice cuáles se usan y cuáles no. Me gustan los actores que traen sus propias ideas, opiniones y propuestas, pero que también respeten mi decisión como director”.
Las películas de Jiří Strach son famosas por contar siempre con grandes repartos de actores. Primeras figuras del cine checo aparecen incluso en papeles menores, algo de lo que puede estar orgulloso el director.
El rodaje de ‘La Muelas del Juicio’ concluyó este otoño en los estudios Brno de la Televisión Checa y en las calles de la capital morava. El estreno sin embargo se espera que sea a finales del presente año, coincidiendo, casualmente o no, con el 25 aniversario de la Revolución de Terciopelo, que acabó con el periodo negro del que se ríe la película.
