Jan Hus, reformador de la ortografía checa

Estatua de Jan Hus en su aldea natal de Husinec

El esfuerzo del reformador Jan Hus no se reflejó solamente en asuntos religiosos, sino también en los lingüísticos. Su significativo papel en el desarrollo de la ortografía checa será el tema de este programa especial, emitido con motivo del día de fiesta nacional que conmemora la muerte en la hoguera de este gran personaje histórico.

Estatua de Jan Hus en su aldea natal de Husinec

“Punctus rotundus” y “gracilis vírgula” son las expresiones latinas para los signos diacríticos que aparecen encima de las letras checas y causan temor a los extranjeros que quieren aprender el idioma checo.

Alena Černá,  foto: Adriana Krobová,  ČRo

El responsable de este sistema, conocido como diacrítico, es probablemente Jan Hus, el reformador religioso que murió por sus críticas a la Iglesia el 6 de julio de 1415 en la hoguera. Jan Hus llegó a Praga como estudiante desde Bohemia del Sur probablemente en 1376. La distancia entre su pueblo y la capital checa se reflejaba considerablemente en el habla de las personas.

Jan Hus criticaba las expresiones germánicas que se escuchaban frecuentemente en el lenguaje de los praguenses, además de otras cosas, explicó para la Radiodifusión Checa Alena Černá, del Instituto de la Lengua Checa de la Academia de Ciencias.

“Se preocupaba también por la pronunciación. La de los praguenses representaba para él un choque. Reprochaba a la gente que hablaban como peones, no pronunciaban la “l” dura, etcétera. Bohemia del Sur, la tierra de Hus, era una zona lingüística que conservaba arcaísmos. Por su parte, en Praga, el lenguaje estaba más desarrollado”.

Neologismos checos

Jan Hus fue ordenado sacerdote y se esforzaba en que el público entendiera bien el contenido de sus sermones. Por este motivo, inventaba nuevas palabras puramente checas que sustituyeran expresiones extranjeras.

Foto ilustrativa: andrekaw / FreeImages

Por ejemplo, como en la Biblia se escribe frecuentemente sobre prostitutas, Hus aprovechó la riqueza verbal de la lengua checa para llamar a las ejecutoras de este oficio con expresiones sensibles, pero acertadas.

Así es que Hus inventó varios términos difícilmente traducibles al español para denominar a estas mujeres. Uno de ellos podría ser traducido libremente al español como “una señorita entre todos”.

Hus inventó asimismo varias frases idiomáticas, como “yo no pastoreaba ganso contigo” cuyo sentido figurado es “no me hables con tanta confianza, porque no nos conocemos bien”. Alena Černá explica la necesidad de la reforma ortográfica en los tiempos de Jan Hus.

“El motivo fue probablemente que en aquel entonces, la lengua checa llevaba más de 300 años desarrollándose. Durante este periodo, el sistema ortográfico se ha modificado tres veces. En los tiempos más lejanos se daba uso a la ortografía primitiva que utilizaba el sistema gráfico del latín. No obstante, éste no cubría las necesidades de la lengua checa. Por ejemplo, una letra representaba tres sonidos diferentes, lo que complicaba la interpretación de los textos”.

Simplificación de la escritura

Hasta que se establecieran las reformas de Jan Hus, la ortografia checa era dígrafa. Este sistema consistía en que dos letras juntas podían representar un sonido.

La ortografía dígrafa era demasiado larga tanto a la hora de escribir como de leer. Asimismo, carecía de unificación, además de mezclarse con la ortografía primitiva que no reconocía algunos sonidos.

Manuscrito de Jan Hus

Jan Hus quiso acabar con este caos, y también deseaba facilitar la ortografía para la gente con dificultades para acceder a la educación escolar.

Aunque era considerado un purista por criticar los germanismos, en otros aspectos lingüísticos Jan Hus mostró una gran dosis de invención e innovación, apuntó Alena Černá.

“Era necesario que apareciera una propuesta lógica de un nuevo sistema. El sistema que Hus había inventado se denomina como la ortografía diacrítica que utiliza signos encima de las letras”.

Estos signos distintivos consistían en colocar un punto (punctus rotundus) o una tilde (gracilis virgula) encima de la letra. Los puntos indicaban pronunciación blanda de los sonidos. Posteriormente, este signo cambió de forma gráfica y se convirtió en un anticircunflejo, al que en checo se conoce como háček, o sea, ganchito. La primera propuesta de esta nueva ortografía apareció en la obra “De orthographia Bohemica” escrita a principios del siglo XVI.

La obra estaba escrita en latín, el idioma de los eruditos en la Edad Media. El checo no fue la lengua de la ciencia hasta la fundación de la Universidad Carolina en 1348, cuando en los vocabularios aparecieron los primeros términos checos. La obra, cuyo autor es probablemente Jan Hus, representa un enorme avance lingüístico, sostiene Černá.

“Hus era un erudito y por eso se daba cuenta de los problemas que causaba la ortografía de sus tiempos. Inventó esta propuesta, pero no podemos hablar de él como de un lingüista. Era predicador y teólogo. Es su único trabajo enfocado en la lingüística”.

De orthographia Bohemica

No obstante, hasta la actualidad existen dudas sobre la autoría de la obra “De orthographia Bohemica”, prosigue Černá.

“La obra es anónima y fue escrita probablemente a principios del siglo XV. No tiene fecha exacta y está escrita en latín. Cuando en 1826 el historiador checo František Palacký encontró el escrito en un archivo en la ciudad de Třeboñ, asignó la autoría a Jan Hus. La autoridad de Palacký probablemente sigue manteniendo esta conjetura. Nunca nadie la ha confirmado, ni desmentido”.

Se desconoce la inspiración de Hus para su nuevo sistema. En su obra describe detalladamente el sistema que facilitó considerablemente la lectura a los checos, explica Alena Černá.

“No es un sistema que asignaría a las letras los signos distintivos de forma casual. Trabaja con parejas de letras, en las que una dispone de un atributo y la otra no. Las consonantes duras como c, s, z carecen de estos signos y cuando existe el atributo de la pronunciación blanda, se señala con un signo, originalmente se trataba de un punto”.

De esta forma se distinguían asimismo las vocales cortas y largas. En esta ocasión se señalaban con una tilde y este sistema ha permanecido hasta la actualidad.

Un desarrollo largo, pero eficaz

Foto: Wikimedia Commons,  public domain

La reforma de Jan Hus tardó en ser aceptada por la sociedad y se estableció mucho tiempo después de su época, indicó Alena Černá.

“Como la información se difundía en aquel entonces de forma mucho más lenta y diferente, la repercusión no fue inmediata. Seguramente, este sistema lo utilizaban los amigos y los cercanos a Jan Hus. Todo el siglo XV sigue bajo el dominio de la ortografía dígrafa en la que de vez en cuando aparecen signos diacríticos. No obstante, no se usan de forma tan sistemática como Hus había propuesto. Esta tendencia del sistema dígrafo incluso se volvió a utilizar más a finales del siglo XV después del invento de la imprenta. Los motivos eran puramente técnicos, ya que era difícil imprimir los signos”.

La retirada del sistema dígrafo se registró en las últimas décadas del siglo XVI. Este hecho se debe especialmente a Daniel Adam de Veleslavín, uno de los tipógrafos más conocidos de su época.

La diacrítica se ha convertido en una importante característica de la ortografía checa. El sistema diacrítico ha sido adoptado también en otras lenguas eslavas como eslovaco, esloveno o croata. Las lenguas de otras familias lingüísticas, que utilizan este sistema, son el lituano y el letón.