Hotel Continental de Pilsen, testigo de la historia del siglo XX
El hotel Continental de la ciudad de Pilsen fue testigo directo de los episodios más dramáticos de la historia checoslovaca del siglo XX. Vivió el esplendor de la Primera República, sobrevivió un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial, la nacionalización comunista y su posterior restitución tras la Revolución de Terciopelo en 1989.
Construido en 1895 por las Cervecerías locales, el edificio del hotel Continental, conocido entonces bajo el nombre de Menčík, se convirtió en un lugar emblemático de la ciudad de Pilsen. Desde los años 20, el hotel fue propiedad de la familia Ledecký a la que se sumó en el año 1931 Eugenie, mujer que desempeñó un papel fundamental en el futuro del hotel. Sobre su rol conversó con la Radio Checa la escritora Jana Poncarová, que se inspiró en el hotel para una de sus novelas.
“Eugenie tenía 19 años cuando llegó al hotel Continental. Traía una dote enorme, así que junto con su marido Emanuel decidieron reconstruir el inmueble al estilo de los hoteles europeos y estadounidenses. Había un sistema de ventilación moderno y una cocina muy bien equipada. Importaban vinos de Francia, vendían comidas refinadas. Gracias a eso, el hotel se situó entre los lugares más famosos de los años 30, conocido por el alto nivel de alojamiento y organización de grandes fiestas y actividades”.
Sin embargo, el destino del hotel cambió conforme avanzaba el siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, el hotel se convirtió en un lugar frecuentemente visitado por los miembros de la Gestapo y el día 20 de diciembre de 1944 fue parcialmente destruido durante el bombardeo de la fábrica Škoda.
Aquella acción militar se cobró unas 70 víctimas humanas, incluido Emanuel Ledecký, el marido de Eugenie, dueño del hotel, que se escondía junto a otras personas en el refugio que tenía el hotel. En el momento del bombardeo, Eugenie y sus dos hijos no estaban en el lugar.
En el momento de la liberación de Pilsen por el ejército estadounidense en mayo de 1945, John Hinds, general de la 2ª División de Infantería, instaló en el hotel Continental su despacho.
El general mantuvo una relación amorosa con Eugenie. Volvió a EE.UU. se divorció de su esposa y envió a Praga un anillo de compromiso. El encargado de llevar la sortija fue el joven diplomático Jiří Janeček, quien se enamoró de Eugenie y terminó casándose con ella.
Después de finalizada la guerra y la llegada de los comunistas al poder, el Continental empezó a escribir un nuevo capítulo de su turbulenta historia. El régimen comunista lo nacionalizó en 1952 y lo reconstruyó en varias oportunidades, pero a pesar de todo el hotel siguió siendo uno de los mejores de la ciudad.
En los años 90, después de la Revolución de Terciopelo, Eugenie recuperó el inmueble que pasaron a administrar sus hijos. En 2014 la familia vendió el hotel Continental y los nuevos propietarios se han empeñado en devolverle la atmósfera de la Primera República.
Los clientes pueden alojarse en el apartamento de Eugenie Ledecká y en otros que en su momento recibieron a estrellas como Ingrid Bergman, Gerard Depardieu o John Malkovich.