Historia de una silla de coronación olvidada
A primera vista parece que es una silla común. Sin embargo, es plegable y tiene patas doradas. La silla de coronación original de los Habsburgos ha enriquecido la exposición permanente “La Gesta del Castillo de Praga”.
“Hace unos dos años, estudiando el mobiliario del Castillo de Praga, visitamos el depositario de los muebles en el palacio imperial de Hofburg, en Viena, y allí vimos expuesta una silla cubierta con un tapiz suelto. Nos dimos cuenta de que el esqueleto de esta silla se parece mucho a la silla que tenemos en Praga. Investigamos un poco y llegamos a la conclusión que las dos sillas tienen una forma idéntica”.
Dado que de la silla de Viena se sabe con seguridad que servía para la coronación de los Habsburgos y se trasladaba para este fin entre Viena y Budapest, se descubrió que el Castillo de Praga posee el mobiliario de coronación de los soberanos de esa estirpe.
Se supone que las sillas llegaron a la capital del reino checo con motivo de la coronación de Leopoldo II o Francisco II en el siglo XVIII. Después quizá olvidaran llevárselas. Esta teoría la demuestra un grabado de la coronación de Fernando V el Bondadoso de Habsburgo como rey checo en 1836. En la obra aparece colocada frente al altar principal de la catedral de San Vito la misma silla clasicista, todavía cubierta con un tapiz.
Después de someterse a la restauración, uno de los ejemplares descubiertos fue instalado en la exposición permanente en el Castillo de Praga que narra la historia de la sede de los soberanos checos. El mueble ha modificado el apartado dedicado a la Gesta de la Coronación, precisa la comisaria de la exposición, Sylvie Novotná.“Forma parte de la segunda etapa de esta exposición que prosigue la que representa las coronaciones de los Premislitas, Luxemburgos y Jagellones y que terminaba en 1526. Acerca, entonces, la coronación de los Habsburgos desde 1526 hasta 1792. La edad moderna aportó varios cambios en el reglamento de las coronaciones, así como pomposos festejos barrocos, que acompañaron, por ejemplo, la coronación de María Teresa o Leopoldo II”.
Dentro de dos años la exposición se ampliará a la última etapa de las entronizaciones de los soberanos checos que termina en el año 1918. Junto con la silla de coronación fue expuesto en el Castillo de Praga el conjunto completo de copias de las joyas de coronación checas, y además seis medallas y tres grabados que documentan las ceremonias de investidura.