Havel recomienda a la UE que preste más atención a los DD.HH.
El ex presidente Václav Havel considera que durante la presidencia checa de la Unión Europea debería prestarse mayor atención a la situación de los derechos humanos en Cuba y en otras partes del mundo.
El antiguo disidente anticomunista Václav Havel exhortó en Praga a los políticos comunitarios a centrar su atención en los valores espirituales y humanitarios, y a devolver a la Unión Europea aquel alto grado de solidaridad que brilló en el pasado.
“Creo que la Unión Europea debería dedicarse de una manera más contundente, y en el contexto internacional, a la situación de los derechos humanos desde Cuba hasta Birmania”, subrayó Havel.
El ex mandatario checo Václav Havel, participó en una conferencia internacional dedicada al apoyo que puede prestar la Unión Europea a los derechos humanos, la democracia y la libertad en el mundo.
En su ponencia Havel criticó a los países comunitarios porque según él en muchos casos supeditan los intereses económicos a la defensa de los derechos humanos.
El ex presidente dijo que en lo referente a las relaciones con Rusia, la Unión Europea se comporta de una manera demasiado cautelosa.“En Rusia hay un nuevo tipo de régimen autoritario que es mucho más sofisticado que una dictadura clásica, porque desde afuera parece haber una serie de elementos democráticos: libertad de expresión, cierto pluralismo político y libertad electoral, pero en realidad Moscú se comporta de manera antidemocrática, por lo que es necesario que la Unión Europea comunique abiertamente con Rusia, sin tapujos”, subrayó el ex mandatario.
Václav Havel expresó su deseo de que la República Checa aproveche los próximos seis meses de la presidencia Europea para realzar la importancia de los derechos humanos, ya que el país tendrá una oportunidad única para traspasar sus experiencias a Occidente de lo que fue un país europeo ocupado y dominado por el comunismo.
La conferencia fue organizada por la asociación cívica Sí a Europa y contó con la participación del canciller checo, Karel Schwarzenberg, un enviado del Ministerio francés para los derechos humanos, activistas de organizaciones No Gubernamentales y politólogos.