Hace 190 años nació el fundador de Moser, la famosa empresa de cristal de Bohemia
Ludwig Moser fue el proveedor por excelencia de piezas de cristal de Francisco José II, del sha de Persia y del rey Eduardo VII de Inglaterra.
El fundador de la marca Moser fue un excelente grabador, así como un hábil emprendedor. Su primera tienda la abrió a los 24 años. Con el pasar del tiempo se especializó en cristal tallado y soplado decorativo de lujo. Su entrada a la ‘primera liga’ se la facilitó su participación en la exposición universal de Viena, donde el cristal Moser fascinó incluso a la corte imperial de Francisco José I y éste le confirió el título de ‘proveedor de la corte imperial’.
Apoyado en este éxito, Moser abrió sucursales en Nueva York, Londres, San Petersburgo y París. En 1892, construyó su propia fábrica cristalera en Dvory, en las afueras de la ciudad de Karlovy Vary, y empleó allí a los mejores cristaleros.
En 1901, el sha de Persia, Mozaffareddín Shah Qayar, nombró a Moser también su proveedor por excelencia, como también hizo más tarde el rey de Inglaterra Eduardo VII. Después de algún tiempo, las copas de la marca Moser aparecieron también en los palacios reales de Noruega, Bulgaria y España.
El éxito de Moser se debió sobre todo a sus productos de vidrio con diseño tallado de oro pesado, el llamado arte oroplástico. Lo novedoso fue la utilización de colores únicos y, de forma exclusiva, del cristal sin plomo. Este cristal destacaba por su brillo, y especialmente por su dureza, que permitía tallar en él hasta los más mínimos detalles decorativos.
A finales de su vida, Moser entregó la administración de su empresa a sus hijos. Bajo la dirección de su hijo Leo, cambió el diseño de los productos. Surgieron técnicas decorativas nuevas que hasta hoy son típicas para los productos de la empresa.
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