Hace 140 años nació Emil Filla, el primer cubista checo
El pintor Emil Fillla (1882-1953) es uno de los pintores más populares entre los coleccionistas. Varias de sus obras figuran entre los quince cuadros checos más caros de la historia. Y su valor no deja de aumentar.
La pintura más valiosa de Emil Filla es El pintor, con un valor de venta de más de 710 000 euros. Solo un poco menos pagaron los coleccionistas por Naturaleza muerta con botella de sherry (660 000 euros) y Cabeza de hombre con sombrero de copa por 652 000 euros.
Pintor de fama mundial de Chropyně
Emil Filla nació el 4 de abril de 1882 en el pequeño pueblo de Chropyně, cerca de Kroměříž, y creció en Brno. A partir de 1903 estudió en la Academia de Bellas Artes de Praga. No obstante, después de tres años de estudios decidió dejar la escuela porque no le agradaban los métodos y contenidos de enseñanza convencionales. Junto con varios de sus compañeros decidió buscar su propio camino.
En un inicio, Filla estuvo significativamente influenciado por el trabajo del pintor Edvard Munch. También buscó inspiración en Vincent van Gogh y Pierre Bonnard. Entre 1907 y 1908 expuso sus obras expresionistas como miembro del grupo Osma. De este período provienen, por ejemplo, las pinturas El lector de Dostoievski o Los jugadores de ajedrez. En 1909 se incorporó a la Asociación de Artistas Plásticos Mánes, de la que fue miembro hasta su muerte. Más tarde, Filla empezó a notar la creciente importancia del cubismo nuevo y moderno y se vio influenciado por sus fundadores, Georges Braque y, por supuesto, Pablo Picasso. En ese periodo se dedicó principalmente a pintar bodegones.
Sobrevivió el campo de concentración de Buchenwald
En 1912, Emil Filla se casó con la pintora Hana Krejčí, con quien pasó el resto de su vida. Justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, Filla huyó vía París a los Países Bajos, donde se instaló. Tras la fundación de Checoslovaquia, trabajó brevemente en el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero las tareas administrativas no lo cautivaron y prefirió volver a la creación artística. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Filla reflejó en su obra la creciente amenaza nazi. El tema de las batallas se puede observar, por ejemplo, en los cuadros Noche blanca o Caballo atacado por un león.
Junto con otros artistas, como Josef Čapek, Filla fue arrestado por la Gestapo por su postura antinazi. Primero fue enviado al campo de concentración de Dachau y después a Buchenwald, donde sufrió seis infartos.
Afortunadamente, a diferencia de muchos otros, logró sobrevivir los horrores del nazismo. Aunque Filla plasmara el tema de Buchenwald en su trabajo, la mayor parte de su obra de posguerra la dedicó a los paisajes del Macizo Central de Bohemia, que se convirtió en su hogar a partir de 1946, cuando ocupó un ala del palacio de Peruc. Emil Filla murió en Praga el 6 de octubre de 1953.