Guerra a la violencia en las escuelas: castigar a los alumnos con el acuerdo de los padres
El mayor poder que tendrán los profesores checos para castigar a sus alumnos, la posible construcción del Pulpo de Kaplický y la reducción y unificación de las ayudas sociales son algunos de los temas de la prensa checa de este lunes.
No se deja claro por ejemplo, qué pasa con las familias que no quieran firmar el acuerdo.
Una versión más detallada de la propuesta se incluirá en la futura enmienda a la ley escolar, que también comprenderá cambios como la consideración del profesor como agente público, lo que le daría el mismo estatus que un policía. También se prohibirá el uso de teléfonos móviles en el aula.
Hospodářské Noviny informa sobre la posibilidad de que finalmente el llamado Pulpo, del fallecido arquitecto Jan Kaplický, sea construido en la República Checa. El vanguardista edificio, originalmente concebido para albergar la nueva Biblioteca Nacional, fue rechazado debido a las irregularidades del concurso público, con un trasfondo de motivaciones políticas. El nuevo panorama electoral cambia el asunto.
Y es que el Partido Cívico Democrático (ODS), que actualmente preside el Ayuntamiento de Praga, puede quedar pronto en minoría. La fuerza más votada en Praga en las anteriores elecciones legislativas fue TOP 09, que apuesta por la construcción del Pulpo. También están a favor del edificio Asuntos Públicos (VV) y los socialdemócratas (ČSSD).
Debido a la dificultad de erigir el Pulpo en su emplazamiento original, el parque de Letná, dichas formaciones barajan el lugar ahora ocupado por el Palacio de Congresos. Además, hace tiempo que se habla de demolerlo, debido a su baja rentabilidad económica. Los cívico-demócratas siguen negándose al proyecto, aduciendo que es demasiado caro. El Pulpo le costaría al país más de 150 millones de euros, el doble del presupuesto original para la biblioteca.
Por último, Mladá Fronta Dnes se hace eco de la decisión del nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jaromír Drábek, de reducir las 18 subvenciones sociales que actualmente otorga el Estado checo a solo tres o cuatro. De esta manera, y aunque se va a reducir la cuantía de las ayudas, los trámites burocráticos serán menos costosos.
Las tres subvenciones básicas consistirán en ayuda a los socialmente desfavorecidos, a los desempleados y a los disminuidos físicos o psíquicos, aunque no se descarta alguna más. Todo se organizará desde una sola oficina, cuando en la actualidad se trabaja en tres instituciones. Otras subvenciones se cancelarán y se sustituirán por rebajas fiscales.