Gobierno checo insiste en que el sector bancario del país está sano

El Gobierno checo asegura que la economía del país está sana. El Gabinete rechaza invertir medios financieros en el sector bancario y no seguirá el ejemplo de otros países europeos que decidieron tomar esa medida para frenar el pánico de los inversionistas.

Los Gobiernos de Alemania, Francia y Gran Bretaña decidieron apoyar al sector bancario con una inyección de miles de millones de euros para tranquilizar la situación y prevenir bancarrotas.

La República Checa no tiene previsto tomar medidas parecidas, ya que la economía checa se encuentra en buenas condiciones, según explicó el ex vicegobernador del Banco Nacional, Luděk Niedermayer.

“Sería un error poner en duda los buenos cimientos en los que se basa nuestra economía. Desde el punto de vista económico, nuestra economía alcanza muy buenos resultados y es muy estable”.

Algunos expertos checos, como por ejemplo David Marek, critican esa decisión, resaltando que los Gobiernos que hayan intervenido de tal manera infringen el pacto de estabilidad en Europa.

“Inyecciones de capital tan grandes en el sistema bancario infringen las reglas de la UE sobre los apoyos estatales y ponen en desventaja a los países, cuyos sectores financieros están sanos”.

La crisis financiera ha impactado plenamente por primera vez a un país de Europa Central, Hungría. El Fondo Monetario Internacional ha ofrecido al Gobierno húngaro una ayuda financiera, lo que señala que el problema es grave.

Por su parte, el Gobierno checo volvió a insistir en que el sector bancario del país por el momento no está amenazado. El ministro de Hacienda, Miroslav Kalousek, sigue rechazando que el Gobierno garantice el cien por ciento de todas las inversiones bancarias locales, o sea, la medida que Alemania, Austria y Eslovaquia, entre otros, aprobaron para tranquilizar a los inversionistas.