Fricciones en la coalición gubernamental
Fricciones en la coalición gubernamental; el examen de bachillerato será más difícil; un falo para la ciudad de Brno. Estos son algunos de los temas abordados por los diarios checos este martes.
La manzana de la discordia es la propuesta presentada por el ministro de Finanzas de introducir un impuesto por inundaciones. De acuerdo con Kalousek el proyecto fue respaldado por el Gobierno y ahora el primer ministro ha empezado a retroceder.
Kalousek insiste en que el impuesto por inundaciones, que sería de unos cuatro euros por contribuyente, serviría para recaudar fondos para paliar los daños causados por las frecuentes riadas.
En declaraciones a la Televisión checa, el primer ministro Nečas, subrayó que el nuevo impuesto representaría una especie de traición a las promesas electorales, por lo que no respalda su introducción.
El partido TOP 09, que tiene la cartera de Relaciones Exteriores,estima que un secretario para asuntos europeos está de más, ya que de hecho dispondría de las competencias y gastos de un ministro.
En declaraciones a Mladá Fronta Dnes el ministro de Trabajo indicó que Nečas no cumplió con lo estipulado en el acuerdo alcanzado por la coalición gubernamental sobre la aplicación de las modificaciones a partir del próximo año.
El nuevo examen único de bachillerato será más difícil. El ministro de Educación, Josef Dobeš, anuncia cambios dramáticos que significarán que hasta el 20 por ciento de los estudiantes no aprobará el examen, informa Lidové Noviny.
Con la dura prueba, el ministro busca elevar el nivel de preparación de los estudiantes lo que de hecho está en manos de los colegios. Según Dobeš la responsabilidad será de los profesores que son los encargados de preparar de manera adecuada a los jóvenes.
Los padres no enviarán a sus hijos a un liceo con malos resultados a nivel nacional. Tendrán que esforzarse todos, estudiantes y profesores, insistió el ministro de Educación.
Una información curiosa nos llega desde la ciudad de Brno, donde han decidido erigir un extraño monumento.
Sin haber sido develado ya es tema de discusión. A los habitantes les parece que el ‘falo’, como le han empezado a llamar por su aspecto, responde a una estrategia del gobierno local ante las cercanas elecciones regionales.
A los contribuyentes no les parece que en tiempos de crisis la ciudad derroche más de 800.000 euros en semejante monumento. El moderno reloj, en forma de bomba según sus autores, de unos seis metros de altura y 22 toneladas de peso será inaugurado el próximo 18 de septiembre, subraya Lidové Noviny.
