Frantisek Preiss - cumbre de la escultura barroca checa
El Convento de San Jorge, en el Castillo de Praga, ofrece a los visitantes la exposición de estatuas de Frantisek Preiss, una de las figuras más destacadas de la escultura barroca checa.
En el Convento de San Jorge, una de las exposiciones de la Galería Nacional, tiene lugar desde el mes de agosto la revista de estatuas barrocas de Frantisek Preiss. Las figuras provienen de la decoración escultórica de la basilica del Nacimiento de Nuestra Señora en el municipio de Doksany, Bohemia del Norte.
Se trata de estatuas talladas en madera de tilo, cubiertas de una imitación pulida del mármol blanco y decoradas con adornos dorados. Frantisek Preiss las creó para el altar mayor de la iglesia de Doksany. Sin embargo, el tiempo dejó en ellas profundas huellas y fue necesaria una intervención de los expertos.
"Las estatuas debían ser restauradas, ya que las amenazaba la humedad que penetraba en la iglesia. En la edad moderna no habían sido sometidas a la reparación alguna, por ello la restauración realizada fue de gran envergadura, incluyendo tanto las estatuas como el propio altar," explicó el comisario de la exposición, Tomás Hladík.
En la persona de Frantisek Preiss y su obra culmina la línea tradicional de tres generaciones de escultores y talladores checos. Preiss fue alumno del escultor de la corte, Jerónimo Kohl que a su vez aprendió su arte con Ernesto Juan Heidelberger.
"Preiss creaba sus obras en el barrio de Hradcany de Praga, en el Ayuntamiento que todavía existe tenía su taller. Es interesante que nunca estuvo en Italia, la cuna de la escultura barroca, sin embargo sabía expresar y desarrollar las tendencias modernas de la escuela italiana por instinto y también observando a los maestros extranjeros en la corte," comentó al respecto Tomás Hladík, comisario de la revista.
Frantisek Preiss tallaba sus estatuas principalmente en madera de tilo y sólo pocas de sus obras son de piedra arenisca. Según sostiene Tomás Hladík, Frantisek Preiss fue más hábil tallador que escultor de piedra. Sus capacidades artísticas en su trabajo con la madera acusaron un ascenso creciente durante toda su vida, lo que podemos ver en sus estatuas en las iglesias de Praga y también fuera de ella.
El arte de Frantisek Preiss se puede admirar, además de las estatuas restauradas en el Convento de San Jorge, también en varias iglesias de la capital de Praga. La obra cumbre es el último encargo de Preiss para la iglesia de Santa Úrsula, situada en la Avenida Nacional en la Ciudad Nueva. Otras obras suyas las podemos ver en la catedral de San Vito y fuera de Praga, en la ciudad de Louny, Bohemia Central, en la iglesia de San Nicolás.
Como a todos los escultores barrocos, también a Frantisek Preiss le podemos identificar a través de los rasgos peculiares de sus obras. Se ve muy bien en las estatuas de los santos que tienen barbas y cabellos largos y abundantes. A Preiss le gustaba tallar los detalles más mínimos en la vestimenta de las figuras, detalles que testimonian de su virtuosidad en el trabajo de madera.
Además de las trece estatuas restauradas, el visitante de la exposición de Frantisek Preiss, en el Convento de San Jorge, puede conocer también el proceso de la creación en la época del barroco. "En la revista está expuesto el llamado "modelo contractual" es decir una miniatura de obra que sirvió de referencia para el autor, pero también para la persona que encomendé la obra. El visitante ve primero ese modelo y luego las trece estatuas reales que decoran el altar," explicó el comisario de la exposición, Tomás Hladík.
Los interesados en la escultura barroca pueden visitar la exposición sobre Frantisek Preiss en el Convento de San Jorge, en el Castillo de Praga, hasta el 20 de noviembre.
Foto: www.ngprague.cz